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DESDE AFUERA

Evocaciones de Durango: Alfonso Terrones Benítez

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Evocaciones de Durango: Alfonso Terrones Benítez

Evocaciones de Durango: Alfonso Terrones Benítez

DALILA RIVAS CORONEL

Lo que no se dice o se verbaliza no existe. Lo creo sinceramente. Desde que llegué a esta bella ciudad de Durango y como le sucede a todo aquel que emigra de su terruño para instalarse en alguna tierra adoptiva, mis primeros conocimientos acerca de la vida cotidiana se basaban en los que me transmitían los nativos; sin embargo, el avance de los años me ha permitido generar mis propias exploraciones y con ellas generar mis propios descubrimientos y experiencias. Ejemplos puedo darle muchos querido lector, uno muy sabroso es el relacionado con las gorditas rellenas, no hay desayuno más durangueño que una buena porción de masa de maíz con manteca, bien torteada, calentita y rellena de chicharrón prensando, huevo perdido o picadillo verde, y acompañada claro, de un humeante y aromático café de olla. Las mejores - me decían los durangueños capitalinos - son las que están en el barrio de la obrera, yo lo creí por algunos meses hasta que hice una muy personal valoración y decidí que no, y para mi gusto, los guisos con mayor sabor los sirven en un lugar por cierto bastante coqueto, ubicado por Coronado, en el centro histórico.

Y así sucede no solo con los alimentos, sino también con los lugares, las personas y la misma historia. Al visitante se le suele presumir con los mismos referentes de siempre, en el caso de Durango con el General Villa y la gran Dolores del Río, dejando en el olvido personajes tan entrañables como Alfonso Terrones Benítez, por ejemplo. Un agradable descubrimiento personal a partir de mi llegada a estas tierras, pero que desgraciadamente no ha sido rescatado de las sombras de la historia.

Le platico, Alfonso Terrones fue un hombre duranguense nacido con el siglo, en 1902, en una década en la que se gestaban ideas de libertad, cambio y revolución social, quizás por eso tuvo una probada convicción por la lucha agraria y el reparto de la tierra, lo que lo llevó a participar en los congresos agrarios de 1925 y 1926, así como a colaborar como funcionario público en los gobiernos estatales de los generales Jesús Agustín Castro y Enrique R. Nájera. Además, desde muy joven mostró inclinación y aptitudes para las artes, sobre todo para la música y la poesía, siendo esta última disciplina la que me traería hasta aquí, a contarle de él.

Fue Fanny Terrones su sobrina-nieta, encantadora mujer de dulce y amena conversación, quien meses atrás me compartió una copia de los sonetos que su tío había dejado escritos en borrador. Más de mil composiciones en verso que describen la vida de un Durango que posiblemente ya no regrese, una compilación de evocaciones de la ciudad, sus calles, sus familias, así como de personajes de todos los estratos y de particular reconocimiento social, en fin, de los sabores y sonidos imperantes en el Durango del siglo pasado. Me pareció desde la primera lectura, un documento histórico valiosísimo, sin dejar de lado la belleza y la estética de la escritura, es decir, la obra de Alfonso Terrones puede ser disfrutada en dos directrices, una de forma evidentemente literaria y la otra a través de su rico contenido histórico. Es una verdadera pena que una pluma tan versátil que va desde un corrido, una biografía, una anécdota, hasta una receta de cocina, no estén al alcance de todos, enriqueciendo almas.

La buena noticia es que después de innumerables gestiones, finalmente este año verá la luz la primera edición de "Evocaciones de Durango, Sonetos de Antaño y Hogaño" de Alfonso Terrones Benítez, todo ello gracias a la colaboración de la propia familia Terrones, sobretodo de Fanny, así como de la Universidad Juárez del Estado de Durango y del Instituto de Cultura, quienes sin duda vieron en los mencionados textos, una información digna de ser salvaguardada para las próximas generaciones, ya que en sus letras se concentra el amor y el respeto por Durango y por México, además del fortalecimiento del sentido de pertenencia.

Esté muy atento querido lector, lectora a la invitación que próximamente lanzarán las instituciones involucradas en la edición, para que asista a la presentación de este bello homenaje a la gente de Durango, la historia de su vida cotidiana, y por supuesto a Don Alfonso Terrones Benítez, un personaje que me permití conocer por mi cuenta y que ahora comparto con usted para que exista.

@DALOVSKA

Escrito en: Desde afuera Terrones, Alfonso, Durango, vida

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