Pasaron 32 años ya de la 'caída del sistema' y el surgimiento del PRIAN

Este lunes 6 de julio se cumplieron 32 años de la histórica "caída del sistema" en aquella elección presidencial de 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano no llegó a la Presidencia de la República porque el sistema de cómputo "se cayó" inesperadamente y después se unieron priistas y panistas para llevar a ese cargo a Carlos Salinas de Gortari para el periodo 1988-1994.

Como se sabe, todo el peso de ese fraude electoral recayó en la espalda de Manuel Bartlett Diaz, quien era Secretario de Gobernación, desde donde se organizaban los procesos electorales, dado que no había autoridad electoral en ese tiempo. Así pues, aquel domingo 6 de Julio Bartlett Diaz salió a dar un anuncio insólito para las circunstancias: habló de la "caída del sistema", para tratar de justificar el desfavorable conteo de votos hacia el candidato priísta Carlos Salinas.

Bartlett ocupa hoy un cargo prominente dentro del Gobierno Federal, como titular de la Comisión Federal de Electricidad y es uno de los personajes más cuestionados del equipo de Andrés Manuel López Obrador; de hecho, recientemente, estuvo involucrado en un escándalo de corrupción debido a que una empresa manejada por su hijo vendió veinte respiradores al IMSS con sobreprecio, obsoletos y en pésimas condiciones, que nunca se pudieron utilizar; la referida empresa recibió una sanción, aunque eso no limpia el apellido.

Bartlett hizo, pues, una parte importante para que esa jugada sucia pudiera funcionar, aunque ayudado por otros, como los influyentes panistas de aquel tiempo, encabezados por Diego Fernández de Cevallos, quienes se unieron a la clase priísta para evitar la llegada de la izquierda al poder en México. Fue entonces cuando nació el PRIAN.

Para la memoria histórica de la política quedó la propuesta de Fernández de Cevallos, entonces diputado federal, para quemar las boletas electorales de la elección presidencial, ni más ni menos lo que haría desaparecer las pruebas fehacientes de que Salinas no había obtenido la victoria, pero que forzaría el aumento de los votos a como diera lugar, tal como ocurrió.

Claro que no fue gratuito el servicio a favor del priísmo. Salinas de Gortari indemnizó muy bien a los panistas, quienes de pronto consiguieron la gubernatura de Baja California con Ernesto Ruffo Appel al frente, el primer gobernador en la historia de México emanado de un partido distinto al PRI; después Salinas les entregó el estado de Guanajuato a inicios de los noventas y les otorgó privilegios en diversos órdenes.

Por cierto, en esa contienda electoral guanajuatense, el candidato priísta Ramón Aguirre Velázquez, exregente de la Ciudad de México, realizó una campaña muy intensa en todo el estado para ganarle a Vicente Fox Quesada. Al final y, aunque el panista logró disminuir la desventaja, no le alcanzó para ganar; hubo una concertacesión en la cual la gubernatura no sería para uno ni para otro, aun con la ventaja que llevaba Ramón Aguirre, sino para un tercero.

Al interior del PRI nacional hubo resistencias y se decidió que a Vicente Fox no se le levantaría la mano y su lugar lo tomó Carlos Medina Plasencia en la gubernatura esa vez. En la siguiente elección, Fox Quesada sería el gobernador. Todo eso fue cuidadosamente planeado en las altas esferas de dos partidos.

Y, para calmar el enojo del despojado Ramón Aguirre, el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, le concedió un permiso para operar 26 casinos y salas de apuestas en todo el país. Desde entonces, los hijos de Aguirre han sido parte de ese mundo e incluso uno de ellos, Javier Aguirre Vizzuette, está siendo investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

La unión de fuerzas entre panistas y priistas no acabó en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. El PRIAN realizó nuevos acuerdos en el siguiente sexenio, el de Ernesto Zedillo Ponce de León, cuando se invitó a Diego Fernández de Cevallos a fungir como procurador general de la República, pero prefirió que su allegado Antonio Lozano Gracia se encargara de esa responsabilidad.

Después de ese sexenio, apareció en la escena presidencial Vicente Fox, quien obtuvo un triunfo amplio y legítimo, pero mantuvo acuerdos a oscuras con el PRI, sobre todo cuando Andrés Manuel López Obrador se convirtió en un contrapeso difícil para su administración. Los priístas apoyaron con todo a Fox cuando intentó desaforar a AMLO, quien era jefe de Gobierno y más todavía a la hora de imponer a Felipe Calderón Hinojosa como presidente del país, en el 2006.

Más adelante, para corresponder el favor al priísmo, los panistas respaldaron la llegada de Enrique Peña Nieto al poder, pese a lo cuestionado de los resultados electorales y aun fue necesaria la intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para determinar la victoria del mexiquense. Ha sido una historia que ya supera las tres décadas, pero el PRIAN sigue vigente y ya se prepara para nuevos embates a partir del año entrante, sin duda alguna. Al tiempo.

COLMILLOS Y GARRAS

POR ILÓGICO QUE suene, no deja de ser una excelente noticia que, pese al incremento de contagios por el Covid-19 en Durango, sigan disminuyendo las defunciones por esta causa... MAÑANA JUEVES ABREN, de nueva cuenta, las 18 guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social en Durango, bajo estrictos protocolos de seguridad, sobre todo porque se trata de población infantil... OBVIO QUE al cancelarse la FENADU2020, el presupuesto de 31 millones 263 mil 438 pesos debe destinarse a paliar la crisis causada por la pandemia; eso ni siquiera debe someterse a debate.

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