Trastornos mentales y Covid-19
Si bien la depresión es una de las enfermedades de salud mental más común y con mayor presencia en el mundo, antes y durante la pandemia, hay otras patologías que no deben quedar sin atención, como la ansiedad, los trastornos obsesivos, la esquizofrenia, la bipolaridad, las adicciones y el suicidio.
El Covid-19 es un virus que ha demostrado su capacidad para hacer daño, pero también ha traído algunas implicaciones que han derivado en la aparición o incremento de los trastornos mentales.
La Secretaría de Salud lleva una estadística actualizada en la que se contabilizan los casos nuevos de depresión, la cual se desglosa por entidad federativa.
En Durango son mil 820 casos los que se han registrado en este año, de los cuales 502 son de hombres y mil 820 de mujeres.
En el país son 42 mil 809 casos los que se han registrado en lo que va de 2020, de los cuales 11 mil 529 son de hombres y 31 mil 280 de mujeres.
Sin embargo, no existe el mismo esquema de medición para otros trastornos mentales.
En el marco del encuentro virtual dirigido a periodistas de Latinoamérica, en el que participó El Siglo de Durango, convocado por Janssen, la farmacéutica de Johnson & Johnson, "Salud mental en tiempos de pandemia", se alertó que las enfermedades mentales han sido identificadas entre las más discapacitantes del mundo occidental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas tienen efectos superiores a los de afecciones como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares juntas.
En este sentido, se estima que en el 2030, la depresión será la principal causa de discapacidad en el mundo.
Expertos en salud mental de Latinoamérica, España y Estados Unidos, advierten sobre la importancia de dar visibilidad a los trastornos mentales, ya que se ha visto un incremento en la depresión, ansiedad, estrés e incluso suicidios como consecuencia de la pandemia.
La atención debe ser aún mayor en el caso de las poblaciones vulnerables ante estos trastornos, como son los niños, pacientes ya diagnosticados con problemas de salud mental, pacientes que padecen la enfermedad Covid-19 y los profesionales de la salud.
Los pacientes depresivos son una de las poblaciones que se ha visto más afectada con la cuarentena y el aislamiento social, por la disminución de su actividad física.
Por otro lado, las estadísticas muestran que las repercusiones psiquiátricas, específicamente de depresión, durante la crisis en los pacientes ingresados con Covid-19 ha sido del 33 por ciento y el 23 por ciento en los profesionales de la salud.
Un estudio epidemiológico realizado en Argentina, Brasil, Colombia y México con mil 478 pacientes que padecen de depresión mayor presentó los hallazgos preliminares que demuestran que, incluso sin los factores biológicos y estresantes del Covid-19, el 30 por ciento de los pacientes con este tipo de depresión no responden a por lo menos dos diferentes tipos de tratamientos antidepresivos.
Con el transcurso del tiempo, se ha observado un patrón común y es el incremento de los casos o síntomas asociados al trastorno de ansiedad y depresión debido a la falta de actividad y/o distracciones.
"El 40 por ciento de la población presenta síntomas leves de ansiedad, el 12 por ciento moderados y el cuatro por ciento graves.
En cuanto a la depresión, el 29 por ciento presenta síntomas leves, el nueve por ciento moderados y el cinco por ciento graves.
Eduard Vieta, Jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, ve de suma importancia diferenciar entre tristeza y depresión.
Si bien la tristeza es una emoción necesaria y natural del ser humano, sitermina afectando el funcionamiento familiar, laboral y social, se debe consultar con un profesional, ya que puede tratarse de depresión", explicó.
Advirtió que el impacto de esta crisis va más allá de la salud física; el aislamiento social prolongado, la incertidumbre, junto con el impacto en la economía, está afectando significativamente en la salud mental de la población en general.
Por su parte, Husseini K. Manji, miembro del Real Colegio de Médicos de Canadá, es el Director del Área de Tratamiento Global en el campo de la Neurociencia en Janssen habló de la necesidad de diferenciar el distanciamiento físico del distanciamiento social.
"El consejo es guardar la distancia física y seguir las recomendaciones para el cuidado y la prevención del Covid-19. Sin embargo, como seres humanos necesitamos continuar conectados socialmente o podríamos poner en riesgo nuestro estado de ánimo", expuso.
La tecnología ayuda a mantener relaciones y recibir el apoyo necesario en esta época, ya que la salud mental afecta todo, incluyendo al cuerpo.
Por eso se deben mantener rutinas e incorporar prácticas que tienen un impacto positivo en el cerebro como la meditación, mindfulness y ejercicios cardiovasculares.
LA VACUNA
Josué Bacaltchuk, Vicepresidente de Asuntos Médicos para Janssen Latinoamérica, resaltó que están contribuyendo en soluciones para el Covid-19 mediante los esfuerzos en el desarrollo de la vacuna.
"Hace un mes anunciamos el inicio de la fase de estudios clínicos en humanos en julio, más temprano de lo que esperábamos", declaró.
La vida actual ha tenido una transformación debido a la pandemia y tanto el cuerpo como la mente de las personas se han visto amenazados.
"Con este tipo de espacios, se pretende llamar la atención de la sociedad sobre la necesidad de abordar y, si es posible, prevenir los efectos devastadores de esta pandemia en la salud mental y evitar sus consecuencias en los años venideros", anotó.
Indicó que con los avances actuales en investigación y desarrollo, sumados a la conciencia que se está generando en torno a esta problemática, se puede lograr un cambio que resultará en individuos y comunidades con mayor capacidad para prevenir o afrontar trastornos mentales.