Editoriales

Bajo Palabra

Inaceptable e inmoral, una alianza del PAN con el PRI

Bajo palabra

Inaceptable e inmoral, una alianza del PAN con el PRI

Inaceptable e inmoral, una alianza del PAN con el PRI

VÍCTOR HUGO CASTAÑEDA SOTO

En septiembre de 1939, bajo los auspicios y el liderazgo de uno de los siete sabios de México, el maestro Manuel Gómez Morín, nace el Partido Acción Nacional, con una propuesta de forjar ciudadanía, conciencia de participación en la vida pública de la nación con el propósito de generar "Bien común", ese que constituye el conjunto de bienes materiales e inmateriales que permitan el libre, íntegro y sano desarrollo de la persona humana, vista en su doble dimensión: un cuerpo material y una mente o "alma espiritual".

En sus documentos fundacionales, el Partido Acción Nacional es un partido de "centro" (ni izquierda, ni derecha), pues su razón de nacimiento, su razón de ser, su ADN y su proyecto de nación, circunda en torno a la persona humana, de ahí su postura de que la economía, la política, la ciencia, la cultural, entre otras, deben tener como origen y fin el desarrollo íntegro de la persona humana.

Libertad de pensamiento, libertad de credo, libertad de expresión, economía de mercado (la economía en manos de los particulares y el Estado solo como rector), educación pública, laica y gratuita, con la participación de la ciudadanía y en especial de sus padres, quienes, en todo momento, tienen el inalienable derecho de educar a sus hijos en la modalidad que estimen pertinente y el Estado solo tendrá la obligación de generar las condiciones humanas y materiales para que los padres cumplan sus objetivos de educar en libertad a sus hijos.

Esos fueron los motivos fundacionales y doctrinales del PAN. En el ejercicio real de la política de aquellos tiempos, en el día a día, frente a un Gobierno estatista, Acción Nacional tenía como propósito enderezar el rumbo de la economía, recuperar las libertades y democratizar el ejercicio del poder, pues el Gobierno, bajo el liderazgo del general Lázaro Cárdenas del Río, se estaba orientando a una política tendiente al comunismo, a la pérdida de libertades; una política que tenía como propósito la generación de electores y votantes, y no del desarrollo económico de los ciudadanos y sus familias. Con ese propósito se generó el reparto agrario y se dio nacimiento al ejido y a los ejidatarios, construir electores y destruir ciudadanos.

En 1929, bajo el liderazgo del entonces presidente de la República Plutarco Elías Calles, desde los sótanos del poder, habría nacido el partido de Estado, el Partido Nacional Revolucionario, padre del Partido de la Revolución Mexicana y abuelo del Partido Revolucionario Institucional. Un partido que nació con la idea de adoctrinar y masificar al pueblo y controlarlo a través de los cuatro grandes sectores: la Confederación Nacional Campesina (CNC), la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) y el mismísimo Ejército Mexicano, para tranquilizar a los generales que querían llegar a la silla del águila por la vía del cuartelazo.

Entonces, luego, debe afirmarse que Acción Nacional nació para combatir al PRI y sus gobiernos estatistas, muy similares al del presidente Andrés Manuel López Obrador, de tal suerte que solo esta premisa y verdad histórica hace inimaginable una alianza entre el PAN y el PRI, como se ha venido insinuando en muy diversos foros a lo largo y ancho del país.

Si bien es cierto que el Partido Acción Nacional habría construido su primer gran alianza con el Partido Verde Ecologista de México (originada por un trueque, modificar el artículo 89 a favor de Fox y disminuir la edad para poder ser senador en favor del denominado "Niño Verde"), esta alianza se desmoronó muy rápido, pues los dirigentes o dueños de la franquicia denominada PVEM, en los hechos, habrían demostrado ser excesivamente pragmáticos, por no decir inescrupulosos y mercenarios de la política.

Después, Acción Nacional construirá otras alianzas, reiteradamente con el PRD, cuya presencia electoral ha quedado capitidisminuida.

El gran dilema que se presenta para el Partido Acción Nacional y para los partidos que se dicen de oposición al actual régimen morenista es que en los individual o de manera aislada, difícilmente podrían cumplir el necesario y gran reto de ganar la mayoría en la Cámara de Diputados y construir el contrapeso a la figura presidencial que tanta falta hace y evitar el poder omnímodo en favor del presidente López Obrador.

Además, debe contemplarse que, dada la aparición en la escena política de nuevos partidos políticos para el 2021, la oposición puede pulverizarse, de ahí la importancia de generar una estrategia de ingeniería electoral, que no comprometa principios doctrinarios y sí auspicie la construcción de una mayoría parlamentaria opositora.

En lo personal me parece impensable, ilegítima, ilegal, espuria, inmoral e inaceptable una alianza del PAN con el PRI, aun y cuando las coyunturas políticas hayan llevado a estos dos partidos a alianzas de facto en las Cámaras del H. Congreso de la Unión, a efecto de lograr modificaciones de gran calado a nuestra Constitución.

Desde ya, un grupo importante de panistas, en lo nacional y en lo local, anticipamos nuestro voto en contra de una alianza del PAN con el PRI, pues nuestra naturaleza es distinta y nuestro objetivo era y es el combatir a ese rancio y viejo PRI, que ahora se ha enquistado en el gobierno de la 4T, con personajes de la calaña de Manuel Bartlett Díaz.

La oposición debe ser sagaz, inteligente y estructurada en sus decires y acciones para que, desde nuestra propia trinchera, evitemos que el presidente López Obrador aniquile la división de poderes y dé nacimiento a una nueva dictadura.

La alternativa es volver a nuestro origen de construir escuela de ciudadanos y de ciudadanía. Conscientes, activos, responsables y con visión de futuro y para ello debe replantearse el efecto legal de las dádivas que el presidente López Obrador dispersa sobre los electores, por lo que debe revisarse legalmente, como en otros países, que aquellos que reciben algún subsidio económico del Gobierno de AMLO (23 millones de ciudadanos), se les suspenda el derecho a votar (con excepciones alimentarias) y conserven el derecho a ser votados.

Escrito en: Bajo Palabra Nacional, Partido, Acción, alianza

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas