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Descoordinación y responsabilidad

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JESÚS MENA VÁZQUEZ

La reapertura de los diversos sectores económicos y las consecuencias que tendrá, tanto en el número de contagios como de aquellos que buscan un lugar en hospitales, es un tema de tensión entre los gobiernos subnacionales y el federal.

El sector salud del gobierno federal, que lleva la estrategia general en la pandemia (decidió hacer pocas pruebas y confiar en el método "centinela" de seguimiento al principio de la pandemia, por ejemplo) ha decidido que la reapertura económica sea por medio de un sistema de semaforización, en donde es posible que se puedan cerrar ciertas zonas si existe un rebrote de la enfermedad.

Los estados, por su parte, demandan al gobierno federal más recursos para hacer frente a la enfermedad, no solamente en la parte referente al sistema hospitalario, sino también por el daño a las economías locales, además del control a nivel local de la reapertura económica de cada entidad.

Las tensiones están en varios temas, desde el flujo de información que se recolecta a nivel subnacional y el envío y acumulación de esta a nivel nacional, hasta temas de aplicación de pruebas para detectar el virus o la presencia de anticuerpos, lo que daría más seguridad de regresar a las actividades a las personas que ya contrajeron la enfermedad y se mantuvieron asintomáticos o con muy pocos síntomas y lograron que su sistema inmunológico venciera la enfermedad por lo que tienen anticuerpos en caso de volver a contagiarse con el virus.

La crisis de salud y económica y la forma en que se están manejando nos dan una idea del nivel de comunicación y cooperación que existe entre los estados y la federación en estos momentos. Al menos de lo que se puede ver desde fuera, ya sea por medio de las conferencias que ofrece el encargado de la pandemia, o en los medios de comunicación, se puede deducir que los niveles de comunicación y cooperación no son los mejores.

Lamentablemente, los costos de la descoordinación los pagaremos los ciudadanos, ya sea en términos de vidas o con pérdida de bienestar debido la recesión económica que sufrirá el país durante lo que resta de este año y en 2021.

La reapertura económica que propone el gobierno federal mientras continúa a la alza el número de personas contagiadas y los decesos significará, lamentablemente, un número mayor de contagios y de muertes. Será necesario que cada entidad afine las regiones en que se reabrirá la economía, con el fin de que el número de vidas perdidas por el virus sea el menor posible.

Sin embargo, más allá de la falta de coordinación entre las autoridades federales y de los estados para evitar más muertes por la pandemia, los ciudadanos tenemos que dar una lección cívica y hacer nuestra parte para que los contagios se reduzcan a su mínima expresión mientras que esperamos una vacuna que pueda dar seguridad de volver a hacer vida social de la misma manera que antes de la enfermedad.

Como ciudadanos tenemos que tomar la responsabilidad de realizar todas las medidas de higiene y salubridad a nuestro alcance para evitar contagios: lavarse las manos frecuentemente, usar tapabocas mientras estemos fuera de casa, guardar distancia al realizar nuestras actividades de trabajo o recreativas y evitar lugares cerrados con alta concentración de personas, ya que cada vez hay más evidencia que nos dice que el virus puede viajar por el aire en forma de micro partículas que no responden a la gravedad.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública económica, número, hacer, nivel

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