Hace algunos días, nos enteramos de cómo, por lo menos, en 13 estados del país se registró una protesta muy peculiar por parte de personal que labora en los hospitales y clínicas, en el sentido de que no cuentan con los insumos básicos para protegerse en los espacios donde se atiende a los pacientes que, desafortunadamente, han sido víctimas del coronavirus (Covid-19), de ahí que los inconformes salieron de esos centros médicos para manifestarse y expresar su molestia por no ser apoyados con el equipamiento indispensable para no contagiarse de esa enfermedad que ya ha dejado en el país más de 30 mil fallecimientos.
De manera lamentable, en esa cantidad se incluyen cientos - o tal vez miles- de personas que laboran en clínicas y hospitales, que van desde camilleros, paramédicos, enfermeras, enfermeros, doctores y doctoras, hasta quienes trabajan en puestos administrativos y que por alguna razón se contagiaron de ese virus que se encuentra disperso en el ambiente, para lo que sólo basta una distancia mínima para que afecte a varias personas más sin que sea fácil erradicarlo ya que se trata de un enemigo invisible para el que la humanidad no estaba preparada para combatir o, por lo menos, para prevenir su rápida propagación.
En el transcurso de los meses recientes, quienes seguimos la evolución de la pandemia del Covid-19 hemos constatado cómo a su paso por el orbe ha azotado a la población de todos los estratos sociales y económicos, lo cual se ha podido corroborar al observar cómo lo mismo ha afectado a gente de muy humilde condición económica hasta personajes de la vida política muy relevantes como el primer ministro de la Gran Bretaña, Boris Johnson, o su homólogo de Canadá, Justin Trudeau, además del Presidente de Brasil, e incluso no se han escapado celebridades deportivas o del medio artístico, cuyos nombres han salido a la luz pública luego de que sus protagonistas han revelado cómo se han infectado del coronavirus.
Sin embargo, no debemos olvidar que quienes están en un riesgo constante y latente de contraer esa enfermedad son quienes atienden a los pacientes de este virus que llegan por miles a clínicas y hospitales en busca de mitigar y eliminar los síntomas que, por lo que se ha explicado, son en ocasiones muy dolorosos ya que se experimentan dolores intensos en los músculos, fiebre muy alta, fatiga y dificultad para respirar, por lo que a veces tienen que ser intubados para salvarles la vida, pues de otra manera sólo es cuestión de minutos u horas para perder la existencia.
Así, podemos observar que hay siempre personal de salud dispuesto a seguir ofreciendo sus servicios y su mejor cara a quienes ingresan a los hospitales y clínicas con esa enfermedad, con la esperanza de que se recuperen una vez que la atención está en sus manos, aunque el resto se lo dejan a la ciencia y al Todopoderoso, pues los pacientes en ocasiones llegan a los nosocomios con el padecimiento ya muy avanzado y no siempre se puede hacer mucho para salvarles la vida.
Dentro de este mismo contexto, desgraciadamente, hay carencias muy significativas en esos hospitales y clínicas, de las cuales los pacientes y los familiares de estos no siempre se dan cuenta, por lo que médicos y enfermeras se las arreglan para atender a quienes llegan a esos nosocomios con los insumos y el equipamiento del que se dispone, de tal manera que por actitud positiva del personal de salud no queda, aunque desafortunadamente no siempre es suficiente para salvar la vida de quien ha sido víctima de ese virus que avanza sin que aparentemente se pueda hacer algo para contenerlo.
Y a pesar de que ese personal no se queja por la poca atención de autoridades de la Secretaría de Salud federal, para que les abastezcan de lo mínimo indispensable para ofrecer un mejor servicio a los pacientes que requieren su respaldo ante la presencia del Covid-19, la realidad es que esa demanda, hasta el momento, no ha encontrado la respuesta favorable y adecuada para que se cuente con los insumos básicos, por lo que llegó el tiempo de alzar la voz y dar a conocer la falta de respaldo por parte de esa dependencia que en estos instantes debería estar al pendiente de que no falte lo necesario en esos centros médicos.
A todos (al menos, eso quisiera pensar y creer) nos duele observar y constatar cómo esos trabajadores que se encuentran en la primera línea de atención de los pacientes que padecen Covid-19 no disponen de lo esencial para laborar en medio de esta contingencia sanitaria donde se requiere estar lo mejor protegidos de ese letal virus que también ha afectado a este sector.
Ojalá que las autoridades correspondientes tuvieran la suficiente sensibilidad para ofrecer una respuesta favorable a las legítimas y justas demandas del personal que labora en hospitales y clínicas donde se atiende a enfermos de coronavirus, pues finalmente sólo se pide que se les dote de lo indispensable para tratar de mitigar los efectos de esa enfermedad de la que se desconoce cuándo disminuirá en la llamada "curva de contagio".