En desventaja, niños en las calles

Continúa la presencia de niños en las calles de Durango, pese a la emergencia sanitaria por Covid-19. Ni la pandemia, ni las restricciones, ni el miedo a enfermar han sido suficientes para frenar el trabajo infantil que se sigue realizando en la ciudad. Tampoco ha sido suficiente para que se implementen estrategias gubernamentales y de la sociedad civil para proteger a este sector de la población que se encuentra en una situación aún más vulnerable.

Los niños en situación de calle ya estaban en riesgo antes de la pandemia por la mala alimentación, la falta de un hogar digno, la falta de protección y redes de apoyo. Ya eran invisibles antes del Covid-19 pero se han vuelto aún más vulnerables ante la situación actual que reduce en mayor medida sus oportunidades y que aumenta el riesgo de que puedan enfermar.

Es cierto lo que se dice en redes sociales en el sentido de que, aunque la pandemia afecta a la población en general, afecta de manera distinta dependiendo del nivel socioeconómico que se tenga. En tal sentido, hay niños que están en la comodidad de su hogar, con una familia, comida segura y un techo; mientras que hay también otros niños duranguenses que no cuentan con lo más básico para acceder a esa vida digna que también merecen.

Ante ello, la desigualdad es uno de los grandes pendientes que se deben atender con urgencia por parte de los gobiernos y la sociedad.