Tips contra la retención de líquidos
Tobillos y pies hinchados, calambres, pesadez, arañitas vasculares... aunque muchas personas se han sumado a los tutoriales y vídeos en directo que proliferan por todas partes. Tantos otros han sucumbido al sedentarismo y la disminución de la actividad física.
Esto trae como consecuencia sufrir trastornos circulatorios y problemas de retención de líquidos derivados de la falta de movimiento.
¿CÓMO SOLUCIONARLO?
1. No dejes de hacer ejercicio
No puedes salir a la calle a hacer ejercicio, de momento, tienes muchas posibilidades para hacer actividad física en casa. La oferta actual de vídeos y tutoriales fitness es importante. Vence la pereza.
2. Normas de circulación
Si te ha tocado trabajar desde casa evita pasar muchas horas sin levantarte de la silla, paséate por la habitación cada 20 minutos, tampoco cruces las piernas.
Procura caminar descalza para reforzar los músculos y estimular el retorno venoso. Apúntate a la ropa holgada, que no sea ceñida y esté fabricada en materiales naturales como el algodón.
También intenta mantener las piernas elevadas cuando estés descansando o viendo la tele. Prueba a elevarlas sobre la pared entre 2 y 5 minutos diarios. Y duerme con las piernas elevadas unos 3 ó 4 cm.
DIETA ANTIRETENCIÓN
Hay que evitar los alimentos precocinados, procesados y fast food por su alto contenido en sal, azúcar y grasas saturadas y trans.
Aunque la OMS establece un máximo de 50 g/día de azúcar, muchos alimentos como los refrescos, los zumos y el alcohol llevan azúcar oculto, por lo que se recomienda disminuir su ingesta a 25 g/día.
También hay que evitar el consumo de sal y alimentos salados, que aumentan la retención. La OMS establece un máximo diario de 5 g.
Por el contrario, debes hacer una dieta rica en fibra (verduras, frutas, legumbres y cereales integrales), vitamina C (cítricos, fresas y frutos del bosque) y antioxidantes como los polifenoles (fresas, arándanos, limón, naranja ácida, brócoli, remolacha y pimientos), porque favorecen el tránsito intestinal y el retorno venoso. Sin olvidar los alimentos ricos en potasio.
Este mineral balancea los niveles de sodio y mantiene el equilibrio hídrico del organismo.