Este es el origen del cubrebocas
El uso de cubrebocas se ha convertido en la tendencia de este año, debido al problema de la pandemia que ha afectado prácticamente a todo el mundo.
Con la finalidad de protegernos de contraer el virus, utilizamos diversos tipos de cubrebocas sean desechables, de tela o especializados, incluso varios han impuesto modas con coloridos y atractivos diseños.
Sin embargo, no hay que olvidar el principal objetivo de la mascarilla el cual es evitar propagar los virus que podamos transmitir a través de las pequeñas gotitas de saliva, tal como se pensó cuando ésta nació en el siglo XIX.
A pesar de que no podamos notarlas, las gotitas de Flügge, diminutas partículas que emitimos al hablar, toser y estornudar, son capaces de transportar bacterias a otros. Es por esta razón que nació el cubrebocas, pues los cirujanos buscaban un método que les permitiera trabajar sin el peligro de infectar a los pacientes con su propia saliva.
Fue a partir de 1890 que el uso de las mascarillas comenzó a hacerse común entre aquellos que se dedicaban a realizar operaciones, lo que ayudó a los médicos a enfrentar crisis como 'la peste china', epidemia que surgió en Hong Kong y que llegó a la región de Manchuria, en 1910.
Durante la pandemia de la 'gripe española' en 1918, la mascarilla quirúrgica se convirtió en una gran aliada de los doctores y enfermeras para combatir la enfermedad.
En un principio los cubrebocas contaban solo con una o dos capas, además de ser esterilizados tras ser utilizados por cierto periodo de tiempo, hasta que en 1930 Herbert Mellinger, médico estadounidense, colocó un pedazo de goma entre dos capas de gasa para reforzar la seguridad de las mascarillas y evitar así el paso de los gérmenes.
Pese a que con el tiempo la llegada de antibióticos y otros medicamentos redujo el uso de cubrebocas, en 1961 se implementó la mascarilla desechable, la cual contaba con un diseño más cómodo y que se adaptaba perfectamente a la forma de la cara.
En la actualidad esta prenda que ha trascendido a lo largo de los años, se ha convertido en uno de nuestros principales aliados en la lucha contra el COVID-19.