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Carbón activado: lo que debes saber

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Carbón activado: lo que debes saber

AGENCIAS

Periódicamente, el mundo de la nutrición o de la cosmética nos sorprende con nuevos ingredientes que prometen más beneficios o efectividad.

Es el caso del carbón vegetal activado, una sustancia que otorga un sorprendente color negro a todo aquello a lo que se le añada.

Su supuesta ventaja es que es un gran purificador o eliminador de toxinas.

Por eso se encuentra en mascarillas, limpiadoras faciales o incluso pasta de dientes. Pero también se comercializa en forma de suplemento nutricional o directamente en formato polvo para añadirlo a pizzas, helados, batidos, pan, bollería...Y ahí es donde su uso levanta más sospechas.

Se trata de una sustancia que se obtiene de la pirólisis de cáscaras de coco a temperaturas muy altas (entre 400º y 700º) y bajo unas condiciones controladas de concentración de oxígeno. Como resultado de este proceso de combustión se obtiene un material microporoso, que es el carbón activado.

Esto le confiere un gran poder absorbente. De hecho, es el material natural más absorbente que se conoce a día de hoy, por ello, se ha utilizado tradicionalmente en aparatos para purificar el agua o el aire acondicionado.

Como forma de suplemento, se utiliza para tratar la aerofagia. Absorbe tanto los gases como las bacterias que lo provocan.

En caso de diarrea ocasional, atrapa como una esponja el agua de las heces cuando llegan al colon y corta la diarrea.

 CÓMO ACTÚA EN REALIDAD

Tan solo 1 gramo de carbón vegetal activado tiene un superficie de 500 m2. Esto es posible porque es microporoso. Y esa característica, esa súper porosidad, hace que en su estructura queden atrapadas todo tipo de sustancias.

Secuestra toxinas, metales pesados o cualquier sustancia perjudicial, pero el carbón vegetal activado no es selectivo, por lo que atrapa también nutrientes como vitaminas, minerales o fitoquímicos con acción antioxidante que son necesarios para la salud, así, lo que absorbe el carbón vegetal se queda en el tubo digestivo y nunca pasa a la sangre, sino que se elimina a través de las heces.

 POSIBLES RIESGOS

Tomarse un helado o pan que incluya como ingrediente carbón vegetal activado seguramente no provocará ningún déficit nutricional si es algo esporádico.

El problema surge cuando se convierte en un hábito y en parte de tu estilo de vida: si los batidos "detox" de este tipo son habituales en tu dieta o lo tomas en suplementos (sin ninguna prescripción médica) sí puede tener consecuencias.

Se desaconseja especialmente si se sigue un tratamiento farmacológico para la diabetes, el hipertiroidismo, el colesterol, la depresión o la esquizofrenia porque el carbón activado puede absorber el medicamento y que este no haga efecto.

Un exceso de este producto también puede provocar neumonitis, una inflamación o rigidez de la pared de los pulmones debido a la aspiración del carbón activo en polvo.

 ¿QUÉ PASA CON LOS COSMÉTICOS?

Así como en el terreno de la nutrición este ingrediente levanta más polémica, en el mundo de la cosmética parece que los beneficios no están tan cuestionados.

El carbón funciona como un imán para la suciedad de la piel, ya que los poros de la superficie del carbón activado adhieren el sebo y las células muertas de la epidermis.

Por eso cada vez es más habitual en la formulación de mascarillas limpiadoras, jabones, aguas micelares, mascarillas de tejido, etc.

Escrito en: carbón activado carbón, activado, vegetal, sustancia

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