El poeta, ensayista, dramaturgo, cronista e historiador mexicano Salvador Novo, quien fue miembro del grupo Los Contemporáneos y de la Academia Mexicana de la Lengua, es recordado a 116 años de su nacimiento, que se cumplen este jueves, como el renovador de la literatura mexicana.
El vanguardista en las letras nacionales y “pionero de la libertad gay” dejo una vasta obra, que lo mismo incluye poesía amorosa, prosa de rica escritura y satírica dramaturgia, y que ofrece un fiel retrato del México del siglo XX.
Salvador Novo López Espino vio la primera luz el 30 de julio de 1904 en la Ciudad de México, sus padres fueron Andrés Novo Banco y Amelia López Espino, reseña su perfil biográfico difundido en el portal soumaya.com.mx.
Se formó en la Escuela de Leyes de la Universidad Nacional México, hoy Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y posteriormente en la Facultad de Filosofía y Letras.
Fue catedrático de Literatura en la Escuela Nacional Preparatoria y de Historia en el Conservatorio Nacional de Música, según datos del sitio electrónico literatura.bellasartes.gob.mx.
En 1920 comenzó su labor como escritor en revistas literarias y colaboró en publicaciones como Lecturas clásicas para niños, Antena y Contemporánea.
Además entre 1927 y 1928 dirigió Ulises, al lado de Xavier Villaurrutia (1903-1950) y fundó Falange, con Jaime Torres Bodet (1902-1974).
También laboró en la prensa escrita, a la que exigió un mayor esmero de conocimiento y estilo, sin perder el respeto a los lectores, con quienes se propuso sostener una plática cordial e inteligente, señala el portal escritores.cinemexicano.unam.mx.
Su primer volumen de versos, XX Poemas (1925), plasmó las pulsiones líricas y la inspiración vanguardista que dio origen al grupo de Los Contemporáneos en 1928, agrupación que fundó al lado de personalidades como Carlos Pellicer (1899-1977) y José Gorostiza (1901-1973), y que estableció la sensibilidad moderna en el país.
Extendió su trabajo, además, a diversas actividades creativas y de promoción cultural. El reconocido escritor dejó un amplio legado en el ámbito publicitario, radiofónico y televisivo.
Realizó un trabajo fundamental en la renovación del teatro mexicano, pues fue titular de Teatro en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); fundó el Teatro Ulises y el Teatro de la Capilla y dirigió la Escuela de Arte Dramático.
Entre sus producciones dramática destacan: Don Quijote (1947), La culta dama (1951), Yocasta o casi (1961) y su texto teórico Actuación y dirección teatral (1959), señala el sitio web biografiasyvidas.com
Asimismo, se interesó por el arte cinematográfico, como director, productor y guionista, en películas como La Zandunga (1937), Perjura (1938), El capitán aventurero / Don Gil de Alcalá (1938) y El signo de la muerte (1939).
También dirigió el departamento Editorial de la Secretaria de Educación Pública (SEP); el de Publicidad en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el de Publicaciones de la Secretaría de Economía (SE).
En 1946 publicó Nueva grandeza mexicana, obra que lo hizo merecedor del título de Cronista de la Ciudad de México (1965-1974).
El también académico de la lengua cultivó la crónica, con obras como Breve historia de Coyoacán (1962) e Historia y leyenda de Coyoacán (1971).
En 1967 el poeta, quien falleció el 14 de enero de 1974, fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura, en reconocimiento a su obra literaria y a sus aportes teóricos a los más varios aspectos de las letras mexicanas.
“Se puede decir que Salvador Novo, sin ser un escritor popular, sí es un secreto a grandes voces, y que, además, el personaje se ha implantado como paisaje de época y celebración de lo marginal”, afirmó Carlos Monsiváis en una ocasión.
Entre sus obras figuran, además, La educación literaria de los adolescentes (1928), Nuevo amor (1933), traducida a varios idiomas, Seamen Rhymes (1934), Nuestra Tierra (1944), Historia gastronómica de la Ciudad de México (1967) y Las Locas, el sexo, los burdeles (1972).