Analco: antes de 1550 ya había asentamientos humanos

El capitán español Ginés Vázquez de Mercado fue de los primeros que vieron el Valle de Pánuco, después conocido como del Guadiana, cuando entró por el oriente del valle, a finales de 1552.

Pero ya formalmente, para catequizar, no fue sino hasta 1555, cuando llega el fraile Jerónimo de Mendoza y funda la misión de Nombre de Dios Durango y también realizó la primera misa del norte del continente en Berros.

El día 11 de enero de 1556 llegan a dicha misión el fraile Pedro de Epinare y el fraile Jacinto de San Francisco, conocido por los Espinare como Fray Cintos. En algún momento el fraile Jerónimo de Mendoza dejó la misión, porque salió rumbo a España, quedando al frente de la misma el fraile Pedro de Espinare. Este religioso al ver los asentamientos de indígenas que había al norte a orillas de los llanos de Pánuco o del Guadiana, ordenó a fraile Diego de la Cadena y al Lego Lucas, aunque según otros historiadores fraile Tapia, fue de los primeros que estuvo en el valle de Pánuco, predicando a los Tepehuanos, pobladores del pueblo de Analco.

Estos frailes llegaron a las cercanías como a unos 500 metros de donde estaba el pueblo de indios de Analco, y donde fundaron dicha misión el 24 de Julio de 1556, razón por la cual bautizaron con fecha a dicho lugar.

Este pueblo estaba a la orilla de un arroyo que escurría de un manantial de agua caliente, que se perdía al poniente de dicho valle.

Estos primeros frailes que llegaron al valle a catequizar a los indígenas, como decía el Lic. Gallegos, es ilógico que llegaran a meterse a la boca del lobo, ya que eran pobladores hostiles, por tal motivo dicha misión la fundaron como a 500 metros del pueblo, la que por lógica, se llamó como antes mencionamos, desde donde iban a catequizar a los indígenas, mientras les tomaron confianza.

Con el paso de los años, que fueron siete, el capitán Alonso de Pacheco llegó del valle de Pánuco para el 16 de marzo de 1563, y vino a trazar lo que sería la Villa del Guadiana. Lo que dio más confianza a los frailes, para ir construyendo la ermita como convento de San Francisco y San Antonio, el cual siguió creciendo con la presencia de muchos frailes.

Razón por la cual, a Don Alonso de Pacheco, no es que se le haya olvidado trazar el lugar para la iglesia, si no que ya a dos cuadras de la Plaza de Armas, se ubicaba la iglesia de San Francisco, (aquí es donde se confunde el origen de la misión de Analco).

Por el año de 1565 el capitán Francisco de Ibarra y Arandias, recibe la notificación de que la fundación de su pueblo Durango no tenía lugar para su iglesia. Ordenó la solución de aquel problema, que como requisito de toda ciudad española fundada, tenía que tener lugar para su iglesia.

Es así como se abren las sementeras para darle lugar a la calle mayor y hacer lugar para su iglesia que fue la de San Mateo, que después con los años, se convirtió en Catedral.

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