El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cerró la semana encabezando su habitual conferencia matutina con medios de comunicación.
Esta ocasión, el mandatario federal estuvo de gira por Los Cabos, en Baja California Sur, donde el gobernador Carlos Mendoza Davis le agradeció el apoyo de la Federación para que la entidad sea la segunda con menos homicidios dolosos y la mayor en reducción de la incidencia delictiva.
Tras el mensaje de Mendoza Davis y el reporte de seguridad del almirante José Rafael Ojeda, López Obrador se refirió a la pandemia, ante el informe de que ayer México superó los 50,000 muertos por COVID-19.
"Ahora estamos con lo de la pandemia y es muy lamentable por todo el dolor que produce, pero ya va a pasar, tiene que ceder, ya está sucediendo. Aún con lentitud, ya está bajando", aseguró el presidente.
El Ejecutivo federal reconoció también las afectaciones económicas por la contingencia sanitaria, pero señaló que se pudo "probar que no se van a perder un millón de empleos en la economía formal" y aseveró que poco a poco comienza la reactivación económica, destacando que en México se han generado 10 mil empleos en los últimos días.
MANEJO RESPONSABLE
En específico sobre los números del COVID-19 en el país, López Obrador extendió su pésame por las víctimas, y subrayó que ya se les rinde homenaje diariamente, lo mismo que al personal sanitario, para "fortalecer a sus familiares, animar a los que están enfermos para que salgan adelante".
Cuestionado sobre la cifra de muertos, el presidente rechazó que vaya a haber un cambio de estrategia en el manejo que México hace sobre la pandemia, pues consideró que ha sido "responsable".
Además, recordó que ante el G20 propuso que la enfermedad no fuera manejada por "políticos sabelotodo", sino por científicos, tal como lo está haciendo el país, según afirmó.