El lado mexicano de 'La pupuchurra'

Algunos la llaman "La impulsadora", otros, "La pupuchurra", pero en realidad se llama "Jenny" en la trama de Yo soy Betty, la fea, y le encanta hacerle la vida imposible a "doña Sofía". Ambas tienen en común un hombre, el despistado "Efraín" y su lugar de trabajo, Ecomoda.

“Jenny” no es otra sino la actriz colombiana Martha Bolaños, quien se había venido a vivir a México, pero por la pandemia volvió a su nación. Espera que cuando todo mejore pueda regresar, ya que anhela protagonizar una historia azteca.

Bolaños radica por ahora en Cali, Colombia y desde allá platicó vía Zoom con El Siglo de Torreón de cómo el melodrama le sigue abriendo puertas en su trabajo y de esa magia que siente cuando se encuentra en la república mexicana. Si usted es fan de la novela ideada por el fallecido Fernando Gaytán, le recomendamos sentarse cómodamente en su sitio favorito, tome un café si le apetece, y a leer se ha dicho.

-¿Cómo estás?

Hola, estoy muy bien y emocionada de tener contacto con mi México, lindo y querido que extraño mucho, extraño a los mexicanos, en verdad.

-En tu cuenta de Instagram hay una bandera de México. ¿Cuál es tu relación con nuestro país?

Llevaba dos años radicando en Ciudad de México. Solo venía a Cali y me regresaba, pero en el último viaje vine acá y ya no pude volver por la pandemia. Por un lado estoy feliz por estar con mi familia, sin embargo, añoro volver a México.

-¿En ese tiempo qué hiciste en tierra azteca?

Esperaba una gran oportunidad. Estaba haciendo castings y estudiando mi acento neutro, de igual manera estudiaba conducción en Azteca. La estaba pasando muy bien. Les cuento que le agarré un gusto enorme al mezcal.

-En Netflix y en Azteca 7 se transmite Yo soy Betty, la fea. ¿Cómo percibes ese éxito a más de 20 años de que la telenovela se estrenó en Colombia y luego en otras naciones?

Sí, señor. Más de 2 décadas y sigue gustando. Desde que la telenovela se lanzó, a todos los actores nos cambió la vida en todos los aspectos, como lo son cultural y económicamente. A pesar de haber quedado muy marcada con la 'Pupuchurra', este personaje me ha abierto las puertas a la fecha; la gente me sigue recordando por este papel y eso hace que tanto yo como los demás actores con sus personajes vivamos en sus corazones.

-Dicen que el pasado debe quedarse atrás, pero eso no aplica con ustedes porque el melodrama siempre está en su presente, ¿no es así?

Todo el tiempo nos ve la gente. Cuando nos topamos a la gente, nos preguntan siempre detalles de la novela, nos piden fotos. Les cuento también que hace unos años nos juntamos e hicimos una obra de teatro, adaptación de la telenovela, y de nuevo fue una locura. Llenos totales, personas que venían de otros países.

-¿De qué manera tu personaje de “Jenny” estigmatizó tu carrera?

No fue tanto por el personaje, sino porque en ese tiempo no sabía cómo manejar mi carrera. Estaba muy joven, no tenía manager, todo fue de repente, estaba muy agradecida y no sabía cómo mirar a futuro.

"Me ofrecían uno tras otro personajes de mujer coqueta y en el afán de seguir trabajando, de estar vigente y de conseguir dinero le decía que sí a todo, esto ocasionó que sí me encasillara, pero les confieso que todas esas mujeres coquetas que vinieron después en otros proyectos las hice distintas".

-A diferencia de la “Pupuchurra”, tú has salido adelante sin necesidad de un hombre que te mantenga, ¿cierto?

Efectivamente. Soy hija única, mi padre murió cuando yo era muy joven y desde chica me volví muy independiente. Mi vida no ha sido color de rosa, pero tampoco ha sido de telenovela. He sido una mujer con estrella, he trabajado por mis cosas y gracias a Dios se me han presentado oportunidades.

-De las escenas que hiciste, ¿cuál recuerdas con mayor cariño?

Quiero resaltar a Paula Peña, quien hace a "Sofía". Es una gran actriz y comediante. De repente, como no tenía tanta experiencia en ese tiempo, me marcaban escenas y me enredaba un poco, entonces Paula me daba consejos, yo los ponía en práctica y todo salía bien.

-Tu personaje recibía mucho bullying; sin duda, hoy en día muchas escenas no hubiesen podido llevarse a cabo, ¿concuerdas con ello?

Yo soy Betty, la fea es una novela machista. Los gritos que le pega "Armando" a "Betty" son tremendos, hoy en día las feminazis no hubiéramos permitido eso. La gente nos quiere, entonces nos perdona todo salvo un diario español que criticó la obra de teatro al señalarla como muy machista.

-¿Por qué fracasó Ecomoda, la secuela de Yo soy Betty, la fea?

No pasa nada con eso. Pensamos que le iría muy bien, pero no fue así. Creo que no pegó porque la gente se emocionó con el proceso de Betty, desde que entró a trabajar hasta que se quedó con su galán y fue respetada y entonces continuar con Betty bonita ya no tenía sentido.

-Además de Yo soy Betty, la fea, has hecho otros proyectos...

Viene una película que se rodará acá en Colombia, se llamará Kayros y también tengo un programa de turismo. Hay otros proyectos que ya les estaré diciendo cuáles son en los próximos meses y, bueno, espero que al volver a México salgan más cosas.

-¿Cómo te mantienes en forma?

Yo no me cuido en la comida para nada, como todo; lo que sí es que no abuso, es decir, un día me puedo comer feliz una hamburguesa y los días siguientes ya le bajo a la alimentación. Soy amante de hacer ejercicio y de bailar salsa.