Múltiples recuerdos marcados en Durango...

Una de las creencias que guarda gran parte de la población radica en que a la muerte de alguna persona se le debe encender una veladora que ilumine su trayecto hacia "el otro mundo"; a la par, un homenaje póstumo a manera de recuerdo por parte de su familia se coloca con una cruz, en el caso de los creyentes, con las iniciales y las fechas de nacimiento y deceso.

El Siglo de Durango realizó un recorrido por el bulevar Francisco Villa, uno de los que concentran mayor flujo vehicular de la capital duranguense, en donde en ocasiones ocurren accidentes automovilísticos trágicos que se derivan del exceso de velocidad, descuidos o imprudencias. Por consecuencia, está plagado de cruces de recuerdo de víctimas de dichos percances.

Entre los vestigios de recuerdos de estas defunciones que fueron captados por la lente de El Siglo de Durango hay también algunos de decesos múltiples, con el común denominador además que se ubican en puntos de alta circulación en cuanto a vehículos y a cuanto a velocidad.

No es raro que de vez en cuando se coloquen en estos puntos algún nuevo arreglo de flores sintéticas, para asegurar una mayor duración, o una nueva veladora como señal de que se mantiene vivo el recuerdo de la persona fallecida pero que puede "ir en paz".

Se trata de una manifestación más de las múltiples que tenemos los mexicanos en torno a todo aquello que implica a la muerte.