La increíble historia del pelotero más pequeño

Uno de los acontecimientos o anécdotas más inverosímiles en la historia del beisbol de las Grandes Ligas, cumplió ayer su 69 aniversario: el debut (y despedida) de Eddie Gaedel, el hombre de menor estatura que ha jugado en la "Gran Carpa".

MUY CHAPARRITO

Gaedel, nacido en Chicago, en 1925, aparece en los registros de las Ligas Mayores con una estatura de 1.09 metros y 29 kilogramos de peso, es decir, era una persona de pequeña estatura o como coloquialmente se les llama en México, un "enanito". La historia del cómo llegó a jugar en las Grandes Ligas es bastante peculiar, como lo es el hecho de que una persona de esa estatura se colocara en la caja de bateo, hecho del que existe registro no solamente escrito, sino también gráfico, con fotografías de aquel 19 de agosto de 1951, en el estadio Sportsman III, de San Luis, Missouri.

El sonriente Eddie Gaedel se desempeñaba como obrero en una fábrica de remaches en San Luis, durante los años de la Segunda Guerra Mundial, cuando las industrias se vieron forzadas a contratar mano de obra que regularmente no contratarían. Con numerosos hombres en el frente de batalla, los trabajadores eran escasos y los empleadores se vieron obligados a dejar de lado la discriminación contra las personas de baja estatura, otorgándoles empleos en diversas áreas, como le ocurrió a Gaedel, quien al término de la guerra, fue contratado por la disquera "Mercury Records" para ser su mascota oficial, lo que hablaba del carisma y talento del pequeño ciudadano estadounidense.

'MENTE MAESTRA'

Fue el legendario Bill Veeck, propietario de los Cafés de San Luis e inmortal del Salón de la Fama del beisbol profesional, quien se percató del éxito de Gaedel como mascota de la discográfica y fraguó el ingreso del "chaparrito" al libro de récords de las Grandes Ligas. Veeck realizó numerosas contribuciones e innovaciones al beisbol profesional para convertirlo en un espectáculo, siempre veía "más allá" que el resto de los dueños y sus acciones siguen siendo recordadas como "temerarias" para el deporte, pero finalmente hicieron el eco suficiente para ser apoyos significativos y positivos.

En secreto, Veeck le dio a Edward Carl Gaedel un contrato como jugador de los Cafés de San Luis y le asignó el número 1 / 8, revelando la sorpresa durante el 19 de agosto de 1951, en el 50 aniversario de la fundación de la Liga Americana. Los Cafés de San Luis recibieron a los Tigres de Detroit en una doble cartelera y antes del primer juego, Gaedel salió de un pastel gigante para diversión de los aficionados, quienes nunca se imaginaron, que en el segundo encuentro, el pequeño Eddie tomaría parte como jugador.

Al cerrar la primera entrada del segundo compromiso, el mánager Zack Taylor llamó como bateador emergente a Eddie Gaedel, dejando atónitos a los más de 18 mil aficionados y al propio ampáyer, quien solicitó una explicación, pero Veeck tuvo la precaución de mandar a Eddie con una copia de su contrato, aclarando que todo era legal. Sin zona de strike, Eddie recibió cuatro lanzamientos malos de Bob Cain y fue a primera base sin necesidad de hacer un solo swing. El pequeño Gaedel fue sustituido para correr y así terminó su breve carrera en las Ligas Mayores, donde no volvió a jugar, aunque dejó un recuerdo imborrable, "por un segundo sentí que era Babe Ruth", declaró Eddie. La tragedia llegó a la vida de este hombre en 1961, pues fue seguido hasta su casa por un individuo, que inexplicablemente lo golpeó hasta el cansancio, muriendo Gaedel con solamente 36 años de edad. La única persona relacionada al beisbol que asistió a su funeral, fue Bob Cain, el pitcher que lo enfrentó durante su único turno al bat.