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Caen culpables de masacre en Colombia

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EFE

La Fiscalía colombiana y la Policía capturaron a Andrés Felipe Berrío Rúa, alias Brayan, un presunto jefe de la banda criminal "Los Rastrojos", involucrado en la matanza de seis personas hace un mes en Totumito, caserío de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, limítrofe con Venezuela.

Berrío fue detenido junto con cuatro miembros de "Los Rastrojos" a quienes las autoridades atribuyen otros crímenes en la región del Catatumbo (noreste).

"De acuerdo con las investigaciones, alias Brayan sería el determinador del asesinato de seis personas en la vereda Totumito de Tibú el pasado 18 de julio", indicó la Fiscalía en un comunicado.

La entidad añadió que, "a través de diferentes medios", Berrío "se habría atribuido la masacre y supuestamente reportó el resultado a otros integrantes de 'Los Rastrojos'".

El pasado 20 de julio el Ejército colombiano confirmó que seis personas fueron asesinadas por desconocidos en ese caserío de Tibú, una región donde operan distintos grupos criminales y narcotraficantes.

La Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), que fue la primera en denunciar el suceso, también denunció que la matanza produjo "el desplazamiento forzado de al menos 120 personas" que se fueron del lugar por miedo a la violencia.

La Fiscalía calificó la captura de Berrío Rúa, que llevaba doce años en "Los Rastrojos" y al parecer tenía a su cargo 50 hombres armados, como un golpe a esa banda.

"Como tercer cabecilla de la estructura criminal, sería el principal articulador de homicidios y desmembramientos en la zona de frontera. Alias Brayan es desmovilizado de las extintas Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio", detalló la Fiscalía.

"Los Rastrojos" es una banda criminal heredera de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y está dedicada al narcotráfico, la extorsión y el contrabando, principalmente en la frontera entre Colombia y Venezuela en la zona que circunda a Cúcuta, capital de Norte de Santander.

La región del Catatumbo, donde está Tibú, está conformada además por los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata y Teorama, y es una de las zonas más pobres y olvidadas de Colombia.

En el Catatumbo las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL), las disidencias de las FARC y otras bandas se enfrentan permanentemente por corredores para el narcotráfico y cultivos de coca.

La ola de masacres que desangra a Colombia abrió tres nuevos capítulos en sólo 24 horas con la matanza de 17 personas en los departamentos de Arauca, Cauca y Nariño, crímenes que engrosan la lista de 33 asesinatos múltiples documentados este año por la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

El país despertó este sábado con una nueva masacre que se cobró la vida de seis personas en la localidad de La Guayacana, que hace parte de Tumaco, en el departamento de Nariño, limítrofe con Ecuador. Fue la cuarta matanza perpetrada en tan sólo una semana en el país y la sexta en dos semanas.

La masacre en la zona rural de Tumaco ocurrió horas antes de que el presidente colombiano, Iván Duque, llegara a Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, donde el 11 de agosto cinco jóvenes fueron acribillados.

Aunque su ocurrencia ha aumentado en los últimos días, las masacres no son nuevas en Colombia. Algunas de las perpetradas este año pasaron inadvertidas para una opinión concentrada en la crisis por la pandemia del coronavirus.

"Estos hechos desafortunadamente no han desaparecido de nuestro país", reconoció Duque desde Llano Verde, el barrio de Cali en el que fueron encontrados en un cañaveral los cinco menores asesinados, de entre 14 y 15 años de edad.

La estela de muertos deja también en el país una mezcla de repudio, por el río de sangre que empieza a recorrer las regiones más devastadas por el conflicto armado, y de enfado contra las respuestas del Estado que según varias organizaciones sociales llegan tarde o nunca llegan a las comunidades.

El asesinato en Cali de Juan Manuel Montaño, Jean Paul Perlaza, Leyder Cárdenas, Álvaro José Caicedo y Jair Andrés Cortés, todos jóvenes afrodescendientes, llenó de estupor a Colombia.

Con el país acalorado exigiendo acciones concretas para detener el asesinato de líderes sociales, jóvenes y exguerrilleros de las FARC, Duque viajó este sábado a Cali desde donde prometió contundencia contra las bandas organizadas y celeridad en las investigaciones de los crímenes.

Escrito en: Colombia personas, seis, matanza, país

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