La tertulia y el teatro desde adentro
Tuve mis dudas meses atrás, cuando me plantearon la idea de producir obras de teatro en casa para ser presentadas a través de plataformas digitales. El paradigma de que el teatro solo se ve en el teatro, solapaba en esos días mi mente sin dar tregua a la posibilidad de experiencias distintas. Sin embargo, algunas semanas más tarde durante una calurosa noche de insomnio, me encontré leyendo El Fantasma de Canterville de Oscar Wilde, escritor británico-irlandés de la segunda mitad del siglo XIX. A través de su narrativa, que por cierto me parece muy fina y jocosa, nos cuenta la historia de un fantasma que habita en un castillo inglés. Frustrado y avergonzado, deambula por los pasillos debido a una familia norteamericana que llegó a vivir ahí. Él, imposibilitado al límite, agota todos sus horripilantes trucos para espantarlos, sin embargo nada le resulta, por el contrario, la familia parece divertirse a costa de su fantasmagórico orgullo, sobre todo en las tardes de tertulia, cuando la familia se reúne para disfrutar de la lectura de poesía en voz alta, melodías al piano o alguna representación teatral.
Fue entonces querido lector, cuando recordé la importancia cultural que representó la tertulia para la sociedad desde el siglo XVI y hasta finales del XIX, cuando la modernidad y sus atractivas novedades tecnológicas como el cinematógrafo, cambiaron las formas y costumbres en las diversiones sociales. Pero hasta entonces una tertulia era espacio de conversación, debate político o literario y disfrute de las artes mayores. Estas reuniones comenzaron como círculos literarios organizados por mujeres burguesas, aunque con el tiempo se fueron integrando los hombres y otro tipo de actividades, pero siempre encaminadas a las relaciones públicas, la política, el arte y la cultura en general. Hay en la historia, registro de excelentes anfitrionas de tertulias, como la reina francesa María Antonieta, de quien se dice gustaba de la champagne rosa, la cual se servía a los invitados sin reparo. Sus tertulias se prolongaban hasta el amanecer y se extendían hasta los hermosos jardines de Versalles, donde ella y sus acompañantes disfrutaban hasta la aurora.
María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo y Silva-Bazánn, mejor conocida como La XIII duquesa de Alba de Tormes de España, es famosa entre otras cosas por las exquisitas tertulias que ofrecía en el Palacio de la Moncloa y el Palacio de Buenavista, cerca de la fuente de Cibeles en Madrid. Ahí recibió a personalidades del gobierno, del arte, la cultura y el saber, entre los que destacó el pintor Francisco de Goya. Las tertulias de la duquesa de Alba fueron quizá, las más amenas y divertidas de la corte de aquella época, y se convirtieron por cierto, en el centro de reunión del majismo, movimiento iniciado entre la aristocracia que saturada de cuanto venía de Francia, buscaba en el pueblo madrileño su propia identidad.
En México, Sor Juana Inés de la Cruz se distingue por haber sido una entusiasta tertuliana, consentida de la Virreina María Luisa Gonzaga, con quien compartía el gusto por la literatura, la cual se compaginaba con alguna celebración social, refrigerios, bailes y representaciones dramáticas, las cuales se daban incluso al interior de la celda de la monja.
Fue así como, este brevísimo recorrido por la historia de la tertulia me hizo replantear mi negativa a aceptar un teatro generado a partir del confinamiento en casa, porque a pesar de mi prejuicio, hubo ya un teatro íntimo producido en salones y cámaras privadas de monarcas, burgueses y finalmente, de la clase media de finales del siglo XIX.
Durante los últimos meses, una pandemia ha puesto a prueba nuestra cotidianidad, así como nuestra vida social, y nos ha obligado a replantear incluso, nuestro modo de consumir cultura, entre ella el teatro. En ese sentido, se han estado presentando algunas propuestas escénicas creadas a partir de un proyecto denominado Teatro Desde Adentro, el cual busca adaptar el teatro a las nuevas condiciones sociales, así como a las nuevas tecnologías de comunicación. Le invito querido lector, lectora a que no se pierda los estrenos a través de la página de Facebook del ICED, todos los días a las 8:00 pm, y hagamos como antaño, una gran tertulia en casa.
@dalovska