Unos mil 500 manifestantes, según cifras policiales, se concentraron ante la emblemática Puerta de Brandeburgo de Berlín para protestar contra restricciones derivadas de la pandemia, a modo de acción previa a la gran marcha convocada para este sábado por diversos grupos, incluidos ultraderechistas.
La concentración, a la que la mayoría de asistentes acudieron sin mascarillas, tuvo lugar horas después de que el Tribunal Administrativo de Berlín derogase la prohibición impuesta al acto de mañana, que se prevé multitudinario.
La policía de la capital y ciudad-estado alemana preparó un fuerte dispositivo de seguridad para evitar situaciones como las registradas el primero de agosto, en que unas 30 mil0 personas desfilaron por el centro berlinés contra las restricciones.
En su gran mayoría desobedecieron ya entonces el uso obligatorio de la mascarilla y la norma de la distancia social, lo que precipitó la orden policial de disolver la marcha y algunos altercados.
La prohibición de la convocatoria de este sábado se dictó el pasado miércoles y derivó en una fuerte controversia en torno al derecho fundamental a la manifestación.
Las autoridades berlinesas impusieron su veto alegando que no había garantías de que fueran a cumplirse en esta ocasión las condiciones impuestas, entre ellas el uso de la mascarilla.
El responsable del Interior del gobierno regional de Berlín, el socialdemócrata Andreas Geisel, justificó su veto en el argumento de que se había sopesado, por un lado, la libertad fundamental del derecho a la reunión y, por el otro, el derecho a la vida e integridad física de las personas.