Propiedades de la espirulina
La espirulina es un alga unicelular azul verdosa famosa por ser una fuente importante de proteínas, vitaminas y minerales, por lo que destaca por su alto valor nutritivo. Además, tiene un efecto saciante.
Generalmente se utiliza de forma desecada, en polvo o en forma de tabletas, aunque también se puede obtener en fresco. Es muy utilizada como complemento dietético y nutricional, especialmente por parte de deportistas y de personas interesadas en bajar de peso .
En estados de anemia, incrementa la hemoglobina, mejora la calidad de la sangre y aumenta la producción de glóbulos rojos, gracias a su elevada riqueza en hierro, su gran concentración en clorofila y su contenido en ficocianina, un pigmento azul que ayuda a inducir la producción de células madre en la medula ósea.
Por su elevado contenido en proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como el zinc, las células del cabello se nutren y estabilizan, lo que le da un aspecto más fuerte y brillante. Los ácidos grasos esenciales ayudan a mejorar la circulación y a evitar su caída. Lo mismo sucede con las uñas y la piel.
Su rica composición en proteínas de fácil absorción y antioxidantes es útil a los deportistas para recuperarse tras un intenso esfuerzo físico. Además, su elevado contenido en calcio y magnesio ayuda a mitigar posibles calambres.
Varios estudios han demostrado que aumenta la flora intestinal, promueve el equilibrio bacteriano e inhibe la proliferación de la cándida.
La espirulina es un alimento y no un medicamento. Su consumo es seguro en las dosis adecuadas y no se han descrito efectos adversos graves. No obstante, pueden presentarse efectos secundarios, como erupción de la piel, sed, estreñimiento...
Además, el consumo de espirulina puede llegar a interaccionar con medicamentos, alterando su eficacia. Se aconsejea a quienes vayan a tomar este alga y estén tomando alguna medicación que consulten previamente a su médico o al farmacéutico.