Verdades y rumores
NO LES SALIÓ COMO PENSABAN
Tristes se quedaron los Morenistas en Durango tras la visita de Andrés Manuel López Obrador, ya que fueron más las expectativas que ellos generaron antes de su llegada a lo que realmente les dejó de benéfico políticamente hablando.
De entrada, ninguno pudo presumir siquiera una imagen con él. Desde un principio les dijeron desde La Laguna que no habría lugares para quienes no fueran estrictamente necesarios, y aunque hubo algunos que intentaron conseguir "pases especiales", de plano fueron rechazados.
Incluso, a pesar de que los integrantes de este partido presumen unidad, algunos se quejaron de que fue precisamente su "compañera" de partido, la alcaldesa de Gómez Palacio, Marina Vitela, quien "recomendó" al equipo de giras presidencial de no acreditar a nadie que no fuera de su equipo, para que no le fueran a "empañar su evento" los "capitalinos".
Al final, Marina Vitela lo único que logró obtener de López Obrador fue una foto, pues aunque intentó durante varios días dar a entender que el Presidente venía a Gómez Palacio como un respaldo a su gestión o como un "guiño electoral", la realidad es que pasó totalmente desapercibida para López Obrador y su equipo.
Fue por eso que ni la Alcaldesa de Gómez Palacio y mucho menos los Morenos de la capital pudieron sacarle el provecho político al evento presidencial, como por ejemplo lo han hecho en otras visitas. Ni modo, ya habrá otra oportunidad.
PRIMERO, LA LIMPIEZA EN CASA
Ya pasó el primer informe de Gobierno del alcalde Jorge Salum del Palacio y a pesar de su deficiente equipo de comunicación (que lejos de ayudarle le sigue haciendo daño) no ha sabido destacar los aciertos de la Administración, el mismo Alcalde sí logró posicionar entre algunos líderes de opinión y representantes de medios de comunicación el trabajo que se ha realizado al interior del Ayuntamiento capitalino.
Es cierto que no ha habido obras de "relumbrón" para presumir, pero sanear las finanzas del Municipio también ha sido una tarea titánica que pocos creían que lograría, sobre todo después del desastre financiero que dejó la anterior Administración.
Y el calificativo de desastroso es por los resultados de las distintas auditorías que le han practicado a la pasada Administración donde se puso en evidencia el manejo irregular de millones de pesos que no fueron destinados a áreas prioritarias y, hasta hoy, no se sabe su destino.
No se trata de justificar lo que no ha hecho Jorge Salum del Palacio, sino de entender que para poder desarrollar obras para la capital del estado, lo primero es poder tener los recursos necesarios, así como de tratar de equilibrar los ingresos, gastos y deuda que acarrea el Ayuntamiento que no permiten tener la "casa limpia".
Ojalá en este segundo año el Alcalde de Durango entienda que el 2021 es crucial para su trienio, que es momento de dar una sacudida a su gabinete y que sus aspiraciones políticas (si es que las sigue teniendo) dependerán de lo poco o mucho que logre hacer.
Temas como el desproporcionado contrato de las luminarias, que por cierto impiden al Ayuntamiento acceder a un fideicomiso de participaciones federales (y no lo han sabido explicar) que pudieran servir para varias obras, o los "números rojos" heredados en dependencias como Servicios Públicos y Aguas del Municipio, ambas cruciales en el funcionamiento de un Municipio, ponían en riesgo el funcionamiento de un Gobierno, por lo que era primordial poner orden financiero primero.
Vendrá el segundo año de Salum del Palacio, y los resultados deberán ser diferentes a los entregados.