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María Rojo

María Rojo, consentida del cine

María Rojo, consentida del cine

María Rojo, consentida del cine

DINORA G. SOLÍS

A los siete años se inició en el mundo artístico, gracias a su participación en el programa “Teatro fantástico” en 1955, junto a Enrique Alonso “Cachirulo”. Una época que si bien la llena de satisfacciones en la actuación, por otra parte, sufrió rechazo por su dislexia, pues era una niña que confundía las palabras y olvidaba cosas. En la escuela las cosas no fluían tan bien, pero al entrar a un escenario, era otra y lo supo aprovechar.

Hoy, María de Lourdes Rojo e Incháustegui, mejor conocida como María Rojo, es una de las actrices más reconocidas de México, que ha logrado mantenerse activa, por más de 50 años de carrera en escenarios teatrales, televisivos y cinematográficos.

En entrevista para El Siglo de Durango, la actriz comparte su gusto por la actuación y las grandes enseñanzas que le ha dado la vida.

¿Cómo recuerda a la niña que fue?

Fue compleja mi niñez porque todo olvidaba y confundía palabras, lo cual no era bueno en la escuela. Pero recuerdo que en los festejos, siempre me elegían para bailar o para leer poesía. Realmente todo empezó cuando mi maestra me llevó a ver una pastorela, yo supe que quería trabajar ahí, que eso quería hacer.

Una niñez diferente, pero ¿era algo quendisfrutaba no?

Sí, aunque la verdad disfruté más la juventud que la niñez, porque como soy una persona de mucha responsabilidad, creo sí era mucha responsabilidad para una niña. Pero sabemos que se da

una oportunidad en la vida, el hecho de conocer la vocación a tan temprana edad, y sobre todo, poderla gozar y llegar a ser reconocida con premios, pues a tan corta edad, ya había ganado premios.

¿La familia influyó?

Fui una niña que a los siete años empezó a trabajar, mi familia no era de dinero. Mi mamá era maestra, había necesidades y en algunas pude ayudar cuando era niña.

Tengo una hermana con poliomelitis, mi papá la ayudó a ella y a mí solo me complicó la existencia. Pero mi mamá fue una persona extraordinaria que amaba la literatura y el teatro.

Le debo a mi mamá que siempre tuve los pies en la Tierra. Pasé la juventud siendo una actriz que no salió en bikini o me operé, y no porque esté mal, sino porque fue la educación de mi mamá.

A lo largo de su carrera ha tenido papeles emblemáticos, ¿alguno la ha marcado de manera especial?

Las actrices de cine, a veces con un solo papel pasan a la historia, yo tengo muchos que son mis favoritos como el de “Rojo Amanecer”, “La Tarea” “Danzón”, “El Callejón de los Milagros” o “El Infierno”. Estoy muy agradecida con los que me han escrito esos personajes y sobre todo, por los directores que he tenido, que en mi época me tocó lo mejor. Grandes maestros que sentaron el precedente de los directores de hoy.

¿Se ha enfrentado a obstáculos para llegar hasta donde está ahora?

Creo que a los obstáculos a los que nos enfrentamos todos. A que todos los días hay que trabajar, a ser cada vez más responsable, a sacrificar mucho de lo que es la vida para una mujer común y corriente, es decir, no salir de vacaciones, no poder festejar la Navidad en familia por estar trabajando o incluso a veces hasta los amigos.

Su carrera se ha desarollado en teatro, cine o TV ¿Cuál disfruta más?

A mí me gustan todos los medios, pero no voy a mentir porque disfruto mucho el cine, ya que me dio mi carrera.

Pero también acabo de disfrutar cinco años de “Made in México”, una maravillosa obra de teatro que refleja todo lo que se vive actualmente en el país y en Estados Unidos. No soy de las que haga mucho teatro, pero esta etapa la disfruté mucho.

En radio de niña, me daba tiempo de hacer radionovelas, pero pues realmente la radionovela murió cuando empezaron las telenovelas, que por cierto mi inicio fue con “El profesor Valdez” en 1962.

¿Cómo actriz se siente satisfecha?

Me falta agradecerle a todos los directores y aquellos que me escribieron un personaje, a Humberto Hermosillo, que desgraciadamente desde enero de este año ya no está con nosotros. Y a tanta gente que me dio trabajo y la oportunidad de hacer lo que tanto me gusta. Creo que en todos estos años he sido muy querida por el público y eso se agradece.

Es una consentida del cine...

Sí, sin duda. De los personajes que he hecho, como por ejemplo el de “María de mi Corazón”, cualquier actriz del mundo, estaría orgullosa de hacer un personaje así.

Se extraña el cine de antes como el de Jorge Fons, o el de Felipe Cazals, ¿qué opina del cine actual?

Yo creo está en su mejor momento. Los que empezaron a hacer el cambio del cine mítico, el cine social, dedicado a las costumbres de las clase media, todo eso fue muy intesante y de mucho aprendizaje para mí. Entré en el mejor momento, y ahorita, hay actrices jóvenes que ya no van a tener la dicha de ser dirigidas por esos maestros del cine, como Cazals o Hermosillo, cuando se hacía cine no por dinero, ni por la alfombra roja, sino por pasión al cine.

Sin embargo, en este momento, culturalmente, si quisieramos exponer a México ante el mundo nos iría muy bien, el cine y los cotrometrajes mexicanos están bien valuados en el mundo como algo importante. Nos consideran una potencia en cine.

¿Cómo puede definirse como actriz?

Considero que el actor necesita a un director y eso lo sabe un buen actor. Si el director no es bueno, uno no se ve en el espejo cuando está actuando. El director es la base. Yo he tenido mucha suerte. Incluso, a veces digo que no es que sea buena actriz, sino que he tenido muy buenos directores.

Después de tantos años de trayectoria, este año le entregan el Ariel de Oro, ¿Cómo se siente?

Muy orgullosa,muy contenta, viniendo de lo que más amo como es el cine, es algo maravilloso. La verdad es que nunca lo esperé. Aún con los premios y reconocimientos que tengo, no lo soñé, porque lo consideraba para los que hicieron el cine de oro. Que tomaran en cuenta mi trabajo lo agradezco mucho.

¿Cómo se integró al proyecto de Funerales Hernández “Carta a una Vida”?

Siempre estoy abierta a experiencias nuevas, Danielo Hernández me pidió que hablara con la tanatóloga Gaby Pérez Islas, me gustó la idea de la miniserie documental. Me encanta Durango y me prometió llevarme a Durango y a otros lado, que de momento no será posible por lo que estamos viviendo.

¿Qué le ha enseñado esta pandemia?

A ser más humilde, y aprender otras cosas. Estoy medio deprimida porque mi trabajo se limita a estar de ama de casa, ahorita por la Pandemia. Y francamente, a la labor de casa, no le

sé, lo hago bastante mal, -sonríe con cierta pena-. Dejé sin terminar una historia, estaba haciendo algunas salidas con Alberto Estrella, leíamos cosas que nos gustaban.

¿Qué viene para María Rojo, qué desea?

Quiero salir y abrazar a mi hijo y mis nietos, es doloroso, aunque hay gente que ha perdido a un ser querido. Hay que acomodarnos a lo que nos tocó. No queda nada más que esperar. Espero me llamen para un personaje que me guste o una lectura. Y si me invitan a ver el cielo de Durango, yo con gusto voy.

INICIO

Enrique Alonso la contrató para el programa “Teatro fantástico”, en Telesistema Mexicano, donde interpretó a “Chiquirritica”, que tenía un muñeco llamado “Cachirulo”.

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