Después de dos semanas donde el culto al ego se materializa en eventos a través de los cuales los titulares de cada orden de gobierno exponen sus logros -abundantes o escasos- llega el momento de enfocarse en lo verdaderamente importante. Lo básico es voltear a ver al equipo y tomar decisiones; en ese sentido, los tres han comenzado a hacerlo, pero aún se esperan más cambios. La relevancia de tomar decisiones de este tipo es fundamental a estas alturas del "partido"; en la mayoría de los sexenios se dice que el gabinete con el que se cierra es el operativo, quienes, en los hechos, tienen la capacidad de fortalecer al mandatario y potenciar las áreas de acción de las administraciones, es decir, sus habilidades de operación política se ponen a prueba.
Este mes la Secretaría de Hacienda tiene que presentar por ley el Paquete Económico para 2021. De lo que ahí se plantee dependerá en buena medida que la economía recupere algo de lo mucho que perderá este año como consecuencia de la parálisis que ha dejado la pandemia por el coronavirus. ¿Qué sectores serán prioritarios? ¿Cuáles dejarían de serlo?
Este 2020, todavía con más de tres meses por delante, deja varias e importantes lecciones. Probablemente la más fundamental es el grave riesgo de disminuir el gasto para el sistema de salud. La llegada del coronavirus sorprendió a personal y a hospitales del sector salud sin el equipo adecuado para hacer frente a los casos más graves. Además de que todavía hay numerosas quejas por la falta de medicamentos. Este es un rubro en el que no deberían regatearse los recursos.
Otro hecho indiscutible es que Petróleos Mexicanos se ha convertido en un "árbol que demanda muchos recursos pero que no rinde frutos". Miles de millones de pesos se han inyectado a la empresa petrolera, aunque sus operaciones hasta ahora solo arrojan pérdidas. En los primeros seis meses sumó pérdidas netas por 607 mil millones de pesos según datos de la paraestatal, principalmente por menores precios del petróleo de exportación y por la caída en ventas. Mientras más dure la pandemia, mayor será la falta de liquidez, lo cual afectaría de manera "significativa" su operación y sus finanzas. Para que se dé una idea, lo que ha perdido Pemex en seis meses es lo equivalente a 18 años de presupuesto para Durango. Y todo por el capricho de Andrés Manuel López Obrador.
La construcción de la propuesta para el gasto público del próximo año conllevará una doble responsabilidad. Derivado de los compromisos en educación, salud, seguridad y desarrollo social, además de los compromisos inherentes a la política pública implementada por este Gobierno Federal, el margen de maniobra es limitado, más aún con una economía en crisis. Las decisiones que se tomen en este rubro deberán ser pragmáticas y sin tintes ideológicos, siendo este el principal reto sabiendo que el próximo año será electoral. Lo más importante tiene que ser cuidar el bolsillo de la gente.
En este momento ya ha transcurrido casi la tercera parte del sexenio federal, al igual que el municipal y aunque ha existido la oportunidad de definir un rumbo, aún no se visualiza claro para ninguno de los dos. Según narra Quintana, hace seis años, Enrique Peña Nieto llegaba a este momento con su nivel de aceptación más alto; aún no existía Ayotzinapa ni la "Casa Blanca". Semanas después ocurrirían estos desafortunados acontecimientos que marcarían el destino de esa administración. En 2008, Felipe Calderón enfrentaba una situación económica muy complicada aunado a los severos problemas en materia de seguridad; sin embargo, lo más difícil llegaría cuando estalló la gran crisis financiera mundial a finales del 2008.
¿Por qué vale la pena recordar lo anterior? Porque actualmente el nivel de popularidad que aún puede presumir López Obrador es significativo. Ante la caída histórica del PIB y los estragos ocasionados por la pandemia, el Presidente sigue por arriba del 50 por ciento de aprobación de su mandato. AMLO ha logrado posicionar una narrativa social que permite mantener esa esperanza de que la situación mejorará sobre todo para aquellos que se encuentran en situación más vulnerable. Además, la oposición prácticamente permanece desdibujada en el escenario nacional.
El año 2021 será fundamental para el gobierno de López Obrador que se ha quedado sin "guardaditos" como lo mencionó Arturo Herrera quien además dejó claro que el presupuesto será menor al de este año, es decir, habrá más recortes. Dicen que un político pobre es un pobre político y, si el recurso económico es escaso, deberá manejarse con habilidad ante la exigencia de recursos extraordinarios por parte de los gobernadores. ¿Qué papel jugará Aispuro Torres? ¿Seguirá manteniendo su postura retadora y cuestionadora a pesar del riesgo latente de que Durango sea castigado presupuestalmente? ¿Y Jorge Salum? Adelgazar la burocracia no será suficiente... Ya veremos.
@eduardguezh