Cine oriental: llegada y éxito
Netflix invade Asia ¿o es Asia la que invade Netflix? A finales de 2018 la plataforma de 'streaming' anunció su intención de estrenar durante el año 2019 un centenar títulos, tanto novedades como reposiciones, procedentes de ocho países asiáticos, es decir: más películas y series.
Finalmente, llegó el cine oriental a la plataforma, con todos los géneros y estilos, pero siempre con ese salvaje exotismo que caracteriza a todo lo asiático. Según Ted Sarandos, director de contenidos de Netflix, la idea es 'tomar historias de Japón, Tailandia, Taiwán, India, Corea del Sur y otros lugares de Asia para conectarlas con el público de todo el mundo'.
Y aunque como cualquier otro cine, hay un lado bueno y uno malo, filmes de terror excelente y otras de suspenso no tan alentadoras. Sin embargo, el éxito de una obra puede funcionar de catalizador para que el gran público descubra un mundo que estaba ahí, un tanto oculto, pero tan interesante como el que le resulta conocido. Uno de ellos es 'Parasite' (Parásitos) ha conseguido no solo la hazaña de que una película ajena a Hollywood en su concepción se lleve el máximo galardón de los Óscar, sino que ha provocado que un buen número de espectadores se pregunte: ¿Qué otras obras me he perdido de Corea?
La pregunta puede llevar a una lista interminable, pero más allá de la aglomeración de nombres propios, sean de obras o de directores, conviene realizar una aproximación eficaz, una transición hacia un cine que, en la práctica, si bien posee un aroma propio y personal, entiende perfectamente la narrativa internacional que domina el cine, proponiendo películas que consiguen conectar con casi cualquier espectador a través de sus relatos crudos, concisos y brutales, según qué caso.
1. PARÁSITOS
La primera en la lista por ser la que ha logrado poner un punto en el mapa, fue la primera película de habla no inglesa en ganar un Óscar, junto a más premios como mejor dirección, mejor película internacional y mejor guion original, lo que la convirtió en la gran triunfadora de la noche, sin olvidar que ganó la Palma de Oro en el festival de Cannes.
Es una película que se considera sumamente importante en el cine oriental, ya que abrió camino a otros largometrajes. Tan solo hace unas semanas llegó a la plataforma de 'streaming' para ser parte del catálogo de Netflix coreano.
2. #VIVO
La escala de su producción y secuencias de acción certifican un fenómeno de muertos vivientes en Corea del Sur que ahora se confirma con '#Vivo' (#Saraitda, 2020), un nuevo ejemplo del subgénero que podría denominarse perfectamente como "k-zombie". Una producción que se basa en el guion original '#Alone' del guionista de Hollywood Matt Naylor.
El guionista de la versión inglesa ha colaborado en la adaptación de su idea con director Cho Il-hyung para el mercado coreano, en donde ha sido un éxito, en parte a que Yoo Ah-in y Park Shin-hye son dos estrellas en el país, algo que asegura un buen filme. El género zombie, tan quemado ya en occidente, parece que vive una eclosión en Corea, pero con esta película, se ha hecho muy popular en todo el mundo gracias a Netflix.
3. EL PUENTE MALDITO
El cine de Taiwán está prestando atención a películas de terror, desarrollando perfectaente este género con la recién llegada al catálogo de Netflix 'El puente maldito', con la cual pretenden llegar al resto del mundo.
La característica principal de este filme es que se basa en las premisas establecidas por el cine clásico de terror americano, es decir, lugar malditos, olvidados y un asesino.
El director Lester Shih reúne a un grupo de estudiantes de una universidad tras una leyenda urbana y la maldición de un puente de su ciudad.
En 'El puente maldito', la maldición asegura que todo aquel que atraviese el puente será perseguido por el mal al llegar la medianoche. Todo comienza con el supuesto suicidio de una mujer desde ese puente.
Una obra que en tan solo 80 minutos logra evidenciar cómo es el cine asiático, característico por su directo horror y suspenso.
4. EL HUÉSPED
Además del retrato social o real de la sociedad surcoreana, el cine local también ha buscado, y con bastante éxito, asaltar géneros más relacionados con la ciencia ficción, aportando sus propias innovaciones o utilizando herramientas que Hollywood olvida o infravalora. Por ejemplo, 'El huésped' aporta una originalidad más que digna al género de las criaturas mutantes y asesinas, a través de un relato personal e individual, centrado en un hombre anónimo que busca salvar a su hija de las garras del monstruo.
Si bien el cine surcoreano lleva décadas trabajando y puliendo su industria, el éxito internacional le llega poco después del cambio de siglo, en los primeros dos miles, y aunque aún se considerada como un mundo nuevo para el resto del mundo, principalmente Latinoamérica, ha llegado para quedarse y estacionarse permanentemente en la plataforma.