Urgen soluciones para crisis: OCDE
Aunque el COVID-19 generó una pandemia sanitaria global sin precedentes y, en consecuencia, la más severa recesión económica, los Gobiernos del mundo deben considerar que todo ello tiene un impacto ambiental que debe atenderse, dijo la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Por ello, los Gobiernos deben establecer un paquete de estímulo fiscal y de reactivación que tenga como objetivos la recuperación verde e inclusiva.
La conservación de la biodiversidad y la sustentabilidad es la llave para que la biodiversidad y los ecosistemas generen beneficios de hasta 140 billones de dólares al año.
La OCDE afirmó que la pandemia tuvo efectos positivos en el medio ambiente, pero también negativos, por ejemplo: por un lado disminuyeron las emisiones contaminantes en 8 % en 2020, es decir, a niveles de hace 10 años; pero esto no tiene impactos en el largo plazo que vayan a reducir el nivel de bióxido de carbono que hay en la atmósfera.
Si bien la contaminación del aire se redujo temporalmente por la menor actividad industrial durante el confinamiento, en muchos países ya regresaron los altos niveles contaminantes que se registraron previos a que se parara la actividad.
Lo mismo ocurrió con el agua porque si bien disminuyeron las descargas contaminantes como resultado de la pandemia, se incrementaron los desperdicios médicos, especialmente equipo de protección como guantes y tapabocas, así como desperdicios plásticos que contaminan las aguas.
La OCDE sugiere a los Gobiernos otorgar estímulos en el "transporte verde" para proyectos de economía circular, investigación de energías limpias, darles apoyos financieros a las empresas para que utilicen energías renovables o que realicen mejoras de eficiencia energética; crear programas y fondos para crear trabajos relacionados con la restauración de los ecosistemas, entre otros.