Al inicio del mes, diez gobernadores decidieron retirarse por voluntad propia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), debido a las discrepancias que han tenido con el Gobierno Federal y la toma de decisiones para afrontar los problemas económicos y sociales a causa de la pandemia. Por su parte, consolidaron un grupo opositor al que han llamado la Alianza Federalista.
De estas diez entidades, siete no se consideran bastión del Presidente ya que no arrasó en ellas durante la elección del 2018: Durango, Aguascalientes, Coahuila, Jalisco, Guanajuato, Nuevo León y Tamaulipas. En Chihuahua, Colima y Michoacán sí ganó la coalición "Juntos Haremos Historia" pero los mandatarios estatales comparten la molestia que ha generado el endeble actuar de la federación en los últimos meses.
La decisión de abandonar la Conago puede ser debatible; sin embargo, hay diversas razones por las cuales los gobernadores abrieron ese frente. Desde que comenzó la pandemia han discutido el actuar del Presidente y su gabinete ya que no se han mostrado a la altura de las circunstancias específicamente Hugo López-Gatell, actual subsecretario de Salud y principal encargado de la estrategia que ha implementado la federación frente al coronavirus. Al subsecretario López Gatell lo han cuestionado un día sí y al otro también pero específicamente Enrique Alfaro, hace unas semanas, deliberaba sobre los criterios que habían utilizado para "colorear" cada entidad en el mapa de riesgo que construyeron desde Palacio Nacional ya que, a los ojos de los jaliscienses, carecía de toda lógica que su estado se encontrara en fase crítica, es decir, en el más alto nivel de riesgo, cuando en tres de sus cuatro criterios aparecían a media tabla. Ilógico por donde le busque.
Otra razón para abandonar esta histórica asociación fue la distribución de recursos, un tema histórico que en momentos de recesión e incertidumbre económica se vuelve más relevante. El aumento en el presupuesto de estados como Tabasco y Chiapas ha sido exponencial comparado con entidades del norte del país.
Pero hay un motivo más importante, y tiene gran relación con lo mencionado anteriormente: son entidades en las que la coalición de López Obrador no había tenido éxito nunca -obviamente porque es de reciente creación- pero que históricamente nunca habían votado por lo que él representa, y apenas en 2018 logró obtener el voto por la presidencia, y sólo en un par de entidades consiguió las senadurías y las diputaciones federales, por ejemplo: Durango. En nuestra entidad la elección del próximo año será local como ya lo había mencionado anteriormente en este espacio por lo que también existe una causa estrictamente política para que se haya dado esta ruptura con la actual administración federal.
¿Qué les ofrece López Obrador a las metrópolis de Monterrey, Jalisco y Querétaro? Militarización, compra de votos y un tren que no pasa ni cerca de ellos. Nada de promoción turística, inversión, apoyo en educación, salud, desarrollo social... ¿Qué ofrece la 4T para la ciudad de Durango, Matamoros y Aguascalientes? En el norte los programas de siembra de árboles no son suficientes cuando histórica y geográficamente tienen problemas más graves que combatir. Pero con un gobierno de cuarta y funcionarios de quinta, no podemos esperar más.
No obstante, considero que en esta ruptura quien saldrá perdiendo más será el ciudadano, específicamente, el duranguense. Al margen del hecho de haber abandonado la Conferencia Nacional de Gobernadores, resulta interesante conocer ¿a quiénes se les han explicado las razones? Sin una estrategia de comunicación correcta pareciera más un capricho que una afrenta con sustento. Somos una entidad que depende en un gran porcentaje de los recursos que nos transfiere la federación, condicionado, pero llega; destacan también las participaciones donde la fórmula central es la población domiciliada. En nada ayuda el escándalo que se dio a conocer esta semana derivado de las observaciones realizadas por la Unidad de Inteligencia Financiera -el brazo armado del Presidente- que, sin temor a equivocarme, estará más activa que nunca previo al proceso del 2021.
Es necesario, entonces, que la ciudadanía esté bien informada de lo que sucede al centro del país y la relevancia de las decisiones que se han tomado en los últimos días porque si al final del día no se cumplen las expectativas de la ciudadanía y, en el peor de los escenarios, no hay recurso suficiente para cumplir las demandas de los campesinos, estudiantes, becarios, pensionados y demás grupos vulnerables van a rodar cabezas y la de López Obrador está fuera del alcance.
@eduardguezh