Kiosko

SORBOS DE CAFÉ

Sorbos de café

Sorbos de café

Sorbos de café

MARCO LUKE

ALUCINAS

Crees haberte convencido de la rebeldía.

No te das cuenta que te has vendido a ella.

Vas por el mundo vociferando tu naturalidad, exigiendo libertad ondeando la bandera que va pintada en tu pecho, sin colores, sin pudor, pero con las miradas escribiendo palabras que serán impresas en oídos ajenos.

De pronto, volteas a tu alrededor, solo hay paredes blancas. Parpadeas y se convierten en muros de ladrillos rojos adornados con pintas de otros rebeldes, claro, descargando en cada rayón sus propias causas.

Parpadeas y los muros otra vez son albinos.

Alucinas.

Entonces comienza la verdadera guerra, la lucha contra quien eres porque no quieres verte dentro del manicomio de tus desengaños, prefieres verte en la prisión de los héroes.

Morir de pie, te susurra el Che en ecos que te empujan iracundos en busca de la venganza de ese que conociste en frases, en vidas de papel, pero adoptaste y ahora sufres.

ILUSIONES

«¡Mucho mejor!» Te satisface la nueva perspectiva reglada por las caricias capaces de haber despertado tus instintos.

Se siente mucho mejor la sonrisa dispuesta a abrir la puerta que lleva al corazón donde se pueden resguardar los mejores momentos.

Se sienta el placer, entonces, en el lugar donde las desgracias son el pan de cada día, sobre todo para alguien que prefiere fingir que odia a quien se besa y se cubre en el fulgor de un par de labios compenetrados, que recordar la falta de humedad en la boca.

Pero no hace falta profundizar para entender la razón por la que los labios secos gritan y reclaman, es evidente, no es por cansancio en la defensa de los tuyos, sino por el antojo que jamás estará satisfecho.

AMANECE

Buscas a ciegas el despertador hace mucho descompuesto.

No marca la hora, pero sigue dando el tiempo suficiente para envalentonarse y abrir los ojos.

El tiempo suficiente para decidir si hoy alucinaras o te ilusionarás.

Despiertas en el mundo de los pseudo rebeldes, un día más para salir a la calle a despotricar. Razones, hay de sobra.

Pero lo importantes es no proyectarse como débil, aunque seas.

La única regla de tu clan es no enamorarse ¡nunca!, porque siempre, ese será, por excelencia, el camino de los verdaderos rebeldes.

La rebeldía de los que se atreven a enamorarse y entregarlo todo.

Siempre será mejor entregar la vida por quien te ilusiona, que llorarle a un mundo que alucinas... y no le importas.

Escrito en: Sorbos de café quien, mundo, abrir, cada

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas