La insistencia de permanecer en casa es constante; incluso, se haba de que quienes no atienden a dicho llamado incurren en una desobediencia social que termina por incrementar el riesgo de contagios de Covid-19.
No obstante, ante la difícil situación económica que acompaña a la pandemia, hay muchas personas que no pueden quedarse en casa a ver como sus familias padecen de hambre, por lo que tienen que salir a ganarse el pan de una u otra manera.
En el primer cuadro de la ciudad es común la presencia de vendedores ambulantes y personas que piden limosna.