Los damnificados de Coneto de Comonfort, el fortalecimiento de los policías municipales y la salud se van al carajo

Explicar técnica y jurídicamente qué es un fideicomiso y su naturaleza es un tanto cuanto complejo, por lo que utilizaré una definición más modesta: un fideicomiso es una reserva financiera, que se hace desde el ámbito federal, estatal o municipal, para garantizar el fondeo de un programa social, de seguridad, de salud, para enfrentar un imprevisto (desastres naturales), la construcción de una obra (supercarretera Durango-Mazatlán) o el impulso a la cultura y la investigación, sin pasar por la larga tubería de la administración pública federal, pero con estrictos controles contables como los de certeza, medición, transparencia y legalidad.

La desaparición irracional de 109 fideicomisos, bajo el mezquino y maniqueo argumento de que era "una lana que se robaban los gobernantes", es un artilugio para que el Presidente de la República pueda disponer de casi 70 mil millones de pesos que, al igual que los programas como el de "Jóvenes Destruyendo el Futuro", no tendrán reglas de operación y el Presidente no tendrá obligación de rendirle cuentas a nadie y, obvio, los utilizará para seguir repartiendo dinero con fines electores, pues las asquerosas reservas que por más de 400 mil millones de pesos que le dejaron los nefastos neoliberales de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto ya los despilfarró y ahora ya no tiene para seguir alimentando su maquinaria electoral rumbo al 2021.

Otra vez el mesiánico Presidente argumenta que desaparece recursos, fideicomisos, instituciones y proyectos porque había o hay escandalosos actos de corrupción, sin que nos diga cuáles y quiénes son los responsables. Por supuesto, tampoco hay una sola carpeta de investigación.

Los 70 mil millones de pesos, que ya se apañó el mesiánico López, los ejercerá a su entero capricho y discrecionalidad; no tendrán reglas de operación, ni transparencia, ni rendición de cuentas, porque el pueblo bueno le dio su confianza, para que manejara a su antojo y capricho los dineros que le pertenecen a los 120 millones de mexicanos, y no solo a los "chairos".

De los 109 fideicomisos desaparecidos, 40 de estos suman la cantidad de 24 mil 500 millones de pesos, que se aplicaban bajo estrictos convenios legales, de coparticipación entre el Gobierno Federal y las entidades federativas, como lo son el apoyo al Sector Salud (tratamiento contra el cáncer), al campo, seguridad pública, la investigación, la cultura, obras de infraestructura carretera, entre otros. Ante su desaparición, los gobiernos estatales verán una sustancial disminución en sus finanzas y aun así tendrán que hacer frente a compromisos que son del Gobierno Federal.

Los fideicomisos eran el complemento para que las entidades federativas hicieran frente a demandas prioritarias.

Resaltan por su importancia dos fideicomisos que impactan directamente a la seguridad nacional, como lo son el FONDEN y el FORTASEG.

El Fondo Nacional para Desastres Naturales se integra con una bolsa de 1,800 millones de pesos, que se aplicaban de manera subsidiaria y emergente a todas aquellas comunidades víctimas de desastres naturales como el paso de un huracán, un temblor, lluvias torrenciales, etc. Tal es el caso de Coneto de Comonfort en nuestro estado, en donde se perdieron decenas de humildes casas, miles de hectáreas de cultivo, tres puentes, infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones, calles, animales de pastoreo y, en fin, todos los instrumentos de sobrevivencia y de trabajo de los habitantes de este pequeño municipio, que esperan que el Sr. López libere los recursos financieros para iniciar los trabajos de reconstrucción.

La desaparición del FORTASEG, principal fondo para enfrentar la violencia en los municipios. Este subsidio era necesario para cubrir aspectos de evaluación, de control de confianza de los elementos operativos de las instituciones policiales municipales, su capacitación, recursos destinados a la homologación policial y a la mejora de condiciones laborales de los policías, su equipamiento, la construcción de infraestructura, prevención del delito y la conformación de bases de datos de seguridad pública y centros telefónicos de atención de llamadas de emergencia.

En 2020, el Gobierno Federal asignó casi 4 mil millones de pesos, en 300 municipios. Entre ellos el municipio de Durango, el cual dejará de percibir 30 millones de pesos; ahora quedará en estado de indefensión.

Las Fuerzas Armadas recibirán 18 mil millones de pesos más, en tanto las policías estatales y municipales recibirán mucho menos. ¿Alguien duda que la militarización del país es el objetivo?".

El Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos diseñado para fondear los gastos de Seguro Popular, ahora INSABI, para la atención de 66 enfermedades, entre ellas la prevención y atención a niños con cáncer, sencillamente, desaparece. Poco importa el dolor de los enfermos y en su caso la muerte.

En resumen, la arbitraria desaparición de 109 fideicomisos agudiza el balance negativo de la administración del Sr. López; en materia económica, antes de la pandemia, ya era una desgracia; en materia de violencia, van 90 mil asesinatos (récord histórico), que se agregan a las muertes por Covid que suman 85 mil, y 25 mil muertes de niños con cáncer, la voracidad del Presidente desdibuja la división de poderes, en tanto que bajo su bandera de honestidad, la corrupción es moneda de curso legal ente los miembros de su gabinete y sus súper delegados y, un 70 por ciento de las compras del Gobierno Federal se hacen sin licitaciones. Los recortes presupuestales son el pan nuestro de cada día y nadie sabe dónde está el dinero producto del ahorro y del combate a la corrupción.

¿Y nuestras 4 diputadas federales, les importa Durango, les importan los duranguenses o simplemente son leales a ciegas?