Soberbio indulto de Gilio
El joven duranguense brilló con luz propia y aprovechó al astado.
El novillero lagunero Arturo Gilio continúa cosechando triunfos, esta vez se alzó como el máximo triunfador al indultar un toro en el festival Taurino realizado en honor a Don Pedro Moreno, el pasado sábado en la ganadería de Pablo Moreno, ubicada en Zapopan, Jalisco.
FINOS EJEMPLARES
Al filo del medio día, dio inició el festejo en el que partieron plaza los matadores Alfonso Ramirez "El Capitán", Óliver Godoy, Arturo de Alba y el novillero torreonense Arturo Gilio Quintero, regresando a la actividad formal, luego de una prolongada ausencia.
Se lidiaron cuatro ejemplares bien presentados, toros del anfitrión Pablo Moreno, que se prestaron para el lucimiento de los espadas, sobresaliendo el cuarto de la tarde al merecer el indulto a petición del público asistente que gozó en serio el festejo, al ser tiempos de gran sequía en el ámbito taurino, como en muchas otras actividades.
"El Capitán" logró una faena sobria con el sello de la casa para cortar la primera oreja del festejo, seguido por el también matador Óliver Godoy, quien mostró su buen toreo para saludar desde el tercio. Arturo de Alba entendió desde un principio las bondades de su enemigo para realizarle una emotiva faena que le valió el corte de dos orejas. Muy merecidas, entregando muy buenos momentos para el tendido.
MOMENTO CUMBRE
Arturo Gilio fue el protagonista del momento cumbre de la tarde, fue cuando saltó al ruedo el cuarto de la tarde con alegres y emotivas embestidas para que Arturo se prodigara con su toreo de capa, dejando ver de inmediato que "el duende" estaba rondando el escenario donde se realizó el festival.
Con la muleta, el joven espada lagunero mostró todo lo que ha asimilado en el campo, amalgamando las buenas embestidas con toreo de calidad e inteligencia, con soberbias tandas por ambos lados que desbordaron ovaciones en los asistentes.
Al final, la petición de indulto para "Magnífico", herrado con el número 44 y con 480 kilogramos de peso, fue contundente y las orejas y rabo simbólicos para el torero no tuvieron objeción; de esta manera, Arturo se hizo acreedor al trofeo en disputa, lo cual festejó junto a todo su equipo, sabiendo que es otro paso importante en su formación como torero.
El conseguido durante el pasado fin de semana, fue el segundo indulto en la naciente carrera de Gilio Quintero dentro de la tauromaquia, sumándose a "Augusto", a quien Arturo lidió hace cuatro años en Morelia, Michoacán.
"Me da muchísima alegría poder entender y disfrutar las embestidas de un toro bravo que se entregó de principio a fin, además de que me llena de alegría en un futuro ver las crías que da un toro al que yo le perdoné la vida", declaró el joven espada lagunero, en exclusiva para El Siglo de Torreón.
Por lo pronto, Arturo seguirá en preparación intensa, en diversas ganaderías mexicanas, sabiendo que el campo bravo es el lugar por excelencia para entender la embestida de los toros y estar completamente listo para cuando llegue una nueva oportunidad de partir plaza.