El Siglo de Durango
Por causa de la pandemia y el confinamiento no nada más aumentó la cantidad de personas que agreden a los niños, sino que también se incrementó la rudeza con la que son tratados los menores.
"Ahora vemos unos casos que dan ganas de llorar", alertó Elvira Barrantes de Aispuro, presidenta del DIF Estatal.
Detalló que se ha llegado al extremo de que casi "medio matan" a los niños, como se evidenció a través de los medios de comunicación en casos como el de Alan, el niño de cuatro años que fue golpeado por su padrastro en Nuevo Ideal; y el de Adriana, la bebé de dos años que fue agredida por su padre con la cacha de una pistola, en Nombre de Dios.
Lamentó que "está muy fuerte la violencia intrafamiliar" y advirtió que no es algo que solamente ocurra en la zona rural, sino que también se da en las ciudades.
"Quisiera decir que nada más en los municipios, en las comunidades. Pero no, también aquí en las colonias de la periferia. Eso es lo que llega al DIF, pero imaginemos lo que no llega", indicó.
Manifestó que los casos graves son los que salen en los medios de comunicación, "pero hay muchos casos que no se hacen públicos".
Entre los principales motivos que generan este incremento de la violencia hacia los niños, refirió que "el encierro ha ocasionado que se recrudezca la violencia, el que los niños no vayan a la escuela también porque a los niños la escuela les sirve no nada más para aprender sino para socializar con sus amigos y estar metidos en la casa, haciendo todo el día travesuras o viendo tele, también la tele está llena de violencia".
[Durango b3]