Residuos sanitarios, sin plan de control
En México se carece de un plan para el manejo de residuos sanitarios como cubrebocas, caretas, toallas desinfectantes, guantes o contenedores de gel antibacterial, que han sido generados por la pandemia, y se desconoce el volumen de ese material, alertan organizaciones.
Greenpeace y Oceana México coinciden que si bien la emergencia sanitaria por el COVID-19 nos tomó desprevenidos en todo el mundo, a un año de que comenzó seguimos sin un plan de manejo y eso es alarmante.
Ornela Garelli Ríos, especialista en Consumo Responsable y Cambio Climático en Greenpeace México, y Esteban García-Peña Vallarta, de Oceana, advierten que estos residuos, algunos catalogados como tóxico-biológico-infecciosos, como el cubrebocas y los guantes no tienen un manejo adecuado; critican que tampoco se evalúen proyectos para mitigar las consecuencias del impacto ambiental a corto y mediano plazos ni se generan políticas para atender el tema.
En 2020, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) elaboró un estimado del incremento de estos residuos generados a consecuencia de la pandemia, en el que refirió que podrían aumentar hasta 16.5%, y ello a nivel de uso cotidiano.
Sin embargo, durante este estudio, el INECC también pronosticó que, en caso de que la ocupación de camas destinadas a atender a pacientes COVID llegara a 95% de su capacidad, el incremento de residuos médicos en hospitales sería de 72%, pero en un escenario más crítico en el que la ocupación de camas de hospitales llegue a 100%, el alza de residuos médicos sería de 307%
A esos residuos se suman otros, los altamente infecciosos, como son muestras de laboratorios, residuos de pacientes infectados, contaminados con sangre y fluidos corporales, cultivos de laboratorio y cepas microbiológicas, además de objetos punzocortantes como agujas, escalpelos y vidrio roto.