Sobre el crono-retrato de Ricardo Reyes y dos textos sobre 'Síndrome de Estocolmo'

El pasado 28 de abril se inauguró la exposición "El Retrato y sus Variaciones" en la Galería Ricardo Reyes. Participo en ella junto a grandes artistas por invitación de mi querido tocayo.

Si aplicamos la técnica de la exaltación (que me fue revelada por Alejandro Jodoroswky y que consiste en hallar mensajes ocultos a través de cortar y pegar las letras de los nombres y apellidos de las personas, donde la del chileno es notable: Alejandr "OJO D ORO" swky), obtenemos como resultado que Ricardo Reyes: Ricardo "REY ES".

Su reino se extiende a lo largo de las indómitas floras y faunas del arte contemporáneo y en este 2021 he tenido el honor de realizarle su Crono-Retrato que, como recordará el lector, consiste en una obra de arte donde fotografío un reloj (en su caso, él nació a las 11:45 pm) cada minuto de cada hora de cada una de las 24 horas del día en que celebra su cumpleaños.

Para la realización de su Crono-Retrato elegí un espejo circular que le otorgó una dimensión muy profunda al resultado final. Cada una de las imágenes que lo conforman es muy evocadora y al observar la composición, las vinculé inmediatamente con la luna creada por Georges Méliès en su clásico "Viaje A La Luna" y también por la hipnótica y seductora sucesión de imágenes me hizo recordar a las inolvidables secuencias del rompedor Eadweard Muybridge.

"Astronomic Club" de Air funciona perfectamente como su banda sonora, y también relaciono a esta obra con las exploraciones filosóficas que James Turrell ha realizado sobre la forma de contemplar el paisaje. Ya en su conjunto las esferas que la integran oscilan como una de las típicas obras del Op-Art, de Vasarely por ejemplo.

Es una pieza vibrante, inquieta, viva que considero capta el espíritu de mi querido amigo y galerista Ricardo Reyes. Pueden visitar la muestra "El Retrato y sus Variaciones", agendando una cita previa, hasta el 15 de mayo en el recinto ubicado en la calle Campeche de la Colonia Condesa de la CdMx y realizar ustedes mismos sus correspondencias artísticas con la obra que he realizado.

Por otro lado, retomando la pieza de la que escribí hace quince días, les comparto un texto inédito que el crítico de arte Erik Castillo escribió en el año 2012 para "Síndrome de Estocolmo".

"En una primera realización, la pieza consistía en una video-instalación de tres canales (para monitores) en la que se desplegaba un audiovisual de 12 minutos de duración, construido a partir de un algoritmo combinatorio; recientemente, Ricardo Milla agregó el desarrollo de un múltiple objetual, resultado de su exploración de un universo pop de generación retro: su intervención del célebre Cubo-Rubik.

En las dos modalidades, el artista opera (video-instalación) y propicia (cubo) una presentación irónica de la logotipia de los tres principales partidos políticos de México - PRI, PAN, PRD -. Como está planteado en los códigos del arte conceptual ortodoxo y de sus prácticas derivadas y concomitantes, el artista parte de una premisa, enunciado de trabajo crítico o, en este caso en particular, de la siguiente proposición: "México vive secuestrado por 'sus' partidos políticos",

Relacionándola ingeniosamente con el referente -en el título de la obra- del conocido Síndrome de Estocolmo, es decir, de la tendencia psicológica del sujeto (o de una comunidad) a desarrollar sentimientos de empatía con quien lo priva de su libertad y derechos.

La contemplación de las variaciones icónicas en la edición audiovisual y la experiencia de juego codificado con el cubo modular, arrojan una gama de permutaciones muy divertidas (por supuesto, en los términos del humorismo negro) de la identidad inestable de los emblemas de los partidos políticos.

Se trata de paradojas de siglas e intercambios de convención cromática, donde ninguna vertiente electoral puede representar más un orden ideológico autónomo o la consistencia de un programa específico de acción social: de acuerdo con la pieza de Milla, una lógica de formas casi puras nos recuerdan que los grupos de la clase política nacional son nada más asociaciones corruptas que hacen usufructo discrecional de los recursos públicos, mientras pactan oscuramente, sólo simulando -en el imperio del cinismo adictivo y de acuerdo a sus intereses particulares- la confrontación democrática que se supone les da sentido y razón de ser".

Y ya para concluir, vale la pena retomar un fragmento del texto "Secuestros Ideológicos" del escritor Naief Yehya: "En su obra Síndrome de Estocolmo (2011-2012) Ricardo Milla descompone y redefine los símbolos del PRI, PRD y PAN al intervenirlos, cambiando y mezclando sus patrones cromáticos para crear una sensación de confusión y parodiar la presunta firmeza de sus valores ideológicos al exponerlos como instituciones oportunistas dispuestas a adaptar su discurso a su conveniencia.

La manipulación de los emblemas la realiza quien juega con el cubo de Rubik, quien busca recomponer la legibilidad y el esquema de color perdido, como si fuera una víctima agradecida y cómplice que niega haber sido estafada por los partidos políticos y espera restablecer el orden o por lo menos recuperar su fe con simples movimientos circulares y un algoritmo".