Economía naranja: una economía cultural
Según la psicología del color el naranja se relaciona con la sociabilidad, el entusiasmo, la creatividad, el dinamismo y la originalidad, es por ello que este color es asociado con el mundo cultural, o por lo menos así lo propusieron Iván Duque y Felipe Bitrago, consultores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el 2013, durante una conferencia en la cual presentaron la publicación de un libro que trataba sobre la economía cultural y creativa. Una economía que los autores de dicho libro denominaron "economía naranja", concepto que bajo su criterio se presentaba como "una oportunidad infinita".
Pero vayamos por partes, ¿Qué es la economía naranja? Bien, como ya todos sabemos el sector cultural es uno de los menos impulsados y tomados en cuenta por los gobiernos, al menos en México continúa catalogado como un sector segundón; incluso me atrevo a decir que es un sector menospreciado. Los motivos son variados pero es quizás el relativo a la baja aportación que tiene en el PIB, lo que lo hace un sector por demás impopular. Por supuesto la apreciación del gobierno es errónea y caduca. Durante el 2019 la cultura aportó el 3.2% del PIB, llegando a la suma de $ 72 mil 132 millones de pesos, esto de acuerdo con cifras de la Cuenta Satélite de la Cultura de México elaborada por el INEGI. La anterior me parece una cantidad nada despreciable si tomamos en cuenta que la cultura los genera por sí sola es decir, al no existir una política pública que impulse o incentive al sector, entonces este genera ingreso con los pocos recursos o programas que tiene; sin embargo, imaginemos por un instante que eso cambia y que el sector cultural es incluido y tomado en cuenta a la hora de generar las estrategias de desarrollo económico del país, quizás entonces la cultura tendría la oportunidad de demostrar que de segundona no tiene nada.
Básicamente eso es la economía naranja, potenciar la cultura en aquellos países donde el tema sigue siendo un gran problema a la luz de los indicadores, a través de la profesionalización artística y cultural, así como a la ampliación y diversificación de la oferta cultural es decir, mejorar y apostarle de manera seria a un sector que, históricamente, ha sido visto como la gran carga del presupuesto anual, o peor aún el gasto obligado que no lleva a ninguna parte.
En otras palabras, la Economía Naranja o también llamada Economía Creativa no es otra cosa que generar desarrollo económico social e individual a partir de las ideas, es decir bienes y servicios que se fundamentan en la propiedad intelectual como la industria cultural, creativa, del ocio, de contenidos o del entretenimiento. Asimismo la economía naranja se divide en 3 sectores: 1. Sectores convencionales, los cuales incluyen a las editoriales, revistas, medios, periódicos, literatura, cine televisión y video; 2. Otras industrias como las Artes visuales y escénicas, artesanías, turismo cultural, museos y galerías, gastronomía, presentaciones, danza, teatro, arquitectura y ecoturismo; y finalmente las Nuevas Economías Naranjas, las cuales contempla el trabajo multimedia, el desarrollo de videojuegos, la publicidad, así como el software y el soporte de medios.
La economía creativa es una gran oportunidad para fortalecer el tejido social, por ello se requieren ideas que estén dentro de esta industria pero que al mismo tiempo sean auto sostenibles y generen un impacto social, de tal manera que es de suma importancia la construcción de buenos modelos de negocios, y es ahí donde la comunidad cultural requiere apoyo y capacitación, sobre todo si queremos llevar al sector a un siguiente nivel.
Pongámonos creativos y subámonos al tren de la innovación, activemos los recursos culturales hacia las nuevas formas, hacia unas más dinámicas. Le deseo una excelente semana.
@dalovska