A los maestros con cariño

El ecuador es una línea imaginaria que divide al planeta en...

La Tierra tiene diferentes movimientos. ¿Cuáles son y qué consecuencia tienen?

¿Para qué sirven las líneas imaginarias de la Tierra?

Tres estados que formaban la región de Mesoamérica son:

¿Qué cultura se desarrolló en la ciudad de Palenque?

Año en que los españoles conquistaron México-Tenochtitlán

¿Qué es la fotosíntesis?

Describe, ¿cómo se da el ciclo del agua?

Menciona tres tipos de ecosistemas en México.

En qué sílaba llevan acento las palabras esdrújulas.

Los amábamos, los admirábamos, les hacíamos dibujitos, les regalábamos la manzana más roja y linda, no parábamos de hablar de ellos y por supuesto, a pesar del paso del tiempo los recordamos con cariño y admiración.

Este día es para recordar y celebrar el papel fundamental que tienen nuestros queridos maestros en nuestra vida, personalidades que trazan y trazaron nuestro camino de formación educativa, desde el kindergarten hasta la universidad, son la pieza fundamental de la calidad educativa de cualquier país, sin ellos la educación es completamente en vano.

El resultado de quienes somos es la suma de las personas que conocemos, los maestros al igual que nuestros padres marcan nuestra vida.

Ser maestro no es una tarea sencilla, ellos tienen la oportunidad de incidir en nosotros, son esa pieza que nos da un giro, aportan en nuestro desarrollo, como estudiantes y como personas.

Los verdaderos maestros, involucran el corazón, tienen la habilidad de ver más allá de las apariencias, más allá del comportamiento y más allá de las limitaciones del alumno, saben tocar su parte esencial, aquello que lo hace diferente y único.

Los mejores maestros no son los que saben más, sino el que enseña con amor y dedicación a sus alumnos, los que nos muestran capacidades escondidas dentro de nosotros, fortalezas y debilidades, nos conectan con el anhelo de crecer y querer ser mejores personas.

El secreto para que cambie el alumno de actitud, es fortalecer la relación, tocando su corazón para que se sienta aceptado y valorado, la verdadera huella no siempre está en el temario de la clase, sino en lo que hacen los profesores por conectar con sus alumnos, en conocerlos, observarlos, en escucharlos y en hacerles sentir que alguien se fija en ellos.

Si en vez de apartarse, se acercan para tratar de cubrir sus necesidades emocionales, el alumno se relajará, escuchará y cooperará. Cuando se corrige a los alumnos con gritos, insultos, humillaciones o violencia, además de lastimar su autoestima, se les enseña a hacer lo mismo. Y es así como perpetuamos las cadenas de maltrato.

La desvinculación con el maestro trae como consecuencia el desinterés, la falta de atención y la indisciplina en el alumno. Los cambios exigen que los maestros se actualicen para educar de una nueva manera, sólo así podrán prepararlos para un mundo incierto y cambiante. Hay que aceptar que el mundo cambia y es necesario que la educación se adapte a él.

Trabajar con tantas personas al mismo tiempo no es sencillo, como no es sencillo estar en un salón de clases, es mucha gente que piensa y vive situaciones muy distintas a las personales, por ello el desarrollo de la empatía es tan necesario y que aun en este tiempo, en donde la situación ha sido virtual y a chicos y grandes les ha costado trabajo adaptarse a las tecnologías, pero su esfuerzo ha valido la pena. La pandemia nos obliga a prepararnos para un mundo globalizado en donde las competencias se han vuelto cada vez más complicadas, desde entonces todos hemos estado en un constante proceso de actualización, hemos tenido que ver la educación de manera diferente, haciendo uso de los recursos que sean necesarios, especialmente tecnológicos.

Ser un maestro es un privilegio, que hemos olvidado. Hace cien años el maestro gozaba del mismo prestigio que los sacerdotes y gobernantes, pero en la actualidad, han perdido su dignidad.

Para recuperarla necesita revivir su vocación y desarrollar su carácter, su integridad y su sentido de autoridad para ser un ejemplo y motivo de inspiración para sus alumnos.

Se debe impulsar políticas para mejorar la imagen, formación y condiciones laborales bajo las que se encuentran los profesores en México, para que todos tengamos buenos maestros y lograr la calidad tan buscada y hasta hoy no lograda.

Como bien lo ha dicho Malala Yousefzai: Un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo, la educación es la única solución.