5 beneficios de la moringa
1.-SUPERALIMENTO CON TODOS LOS AMINOÁCIDOS
Entre sus propiedades, destaca su contenido en proteínas, lo que la convierte en un alimento especialmente interesante para personas deportistas y/o vegetarianas. De hecho, posee todos los aminoácidos esenciales, es decir, su proteína es completa. No resolverás tus necesidades con este alimento, pero, si no tomas producto animal o haces mucho ejercicio físico, incorporarlo será un buen complemento.
2. APORTA M?XIMA MICRONUTRICIÓN
Su contenido en vitaminas y minerales es extraordinario, destacando especialmente la vitamina C, el hierro y el calcio. De hecho, las hojas de moringa se han empleado en programas de desarrollo internacional para nutrir poblaciones vulnerables (niños, mujeres embarazadas y lactantes), que presentaban altos niveles de anemia ferropénica.
La medicina ayurvédica ya contemplaba su uso para prevenir, mitigar o curar más de 300 enfermedades
Su contenido en calcio es muy superior (4 veces más) al de la leche de vaca, lo que lo hace un producto muy conveniente para mujeres menopáusicas y niños en crecimiento. La moringa tiene, además, interesantes cantidades de magnesio, que también contribuye al buen desarrollo de los huesos.
3. POSEE ACCIÓN ANTIMICROBIANA
El uso de la moringa para el control de diversas infecciones provocadas por microorganismos patógenos es cada vez más extendido. Los aceites esenciales de sus hojas tienen un gran poder antifúngico y los extractos de sus semillas tienen una potente actividad bactericida sobre varias especies, por ejemplo, el Helicobacter Pylori.
4. GRAN ACCIÓN ANTIOXIDANTE
Posee más de 40 sustancias antioxidantes, entre las que destacan la provitamina A y la quercitina. La moringa es una gran protectora de la piel y las mucosas, y, de forma general, ayuda a retardar el envejecimiento, pues sus sustancias combaten la oxidación generada por los radicales libres que dañan las células.
5. AYUDA A DESINTOXICAR DE METALES PESADOS
Su consumo favorece la eliminación de ciertos metales pesados presentes en nuestra alimentación, como el arsénico o el mercurio.