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Aficionados celebran una nueva victoria

Una nueva 'noche mágica' en el Corona

AARÓN ARGUIJO GAMIOCHIPI

- Olor a semifinales, ese que se ha vuelto característico cada tres años en el nuevo estadio Corona, volvió a aparecer junto a las sonrisas de los aficionados, las cuales superaban los cubrebocas y la emoción de los asistentes.

Volvieron los fuertes operativos por parte de diversas corporaciones policiales, los cadetes y reclutas formados en la explanada de "La esmeralda del desierto", todo para vigilar a los numerosos fanáticos hambrientos de observar un buen partido de futbol.

Los santistas se las ingeniaron una vez más para tomar las últimas bebidas aún sin salir de sus automóviles, aguardando por el momento de emprender el camino hacia las puertas del inmueble, donde la temperatura superaba con facilidad los 30 grados centígrados, una habitual tarde lagunera.

Terminó el calentamiento de los futbolistas y al salir nuevamente a la cancha bajo las notas del himno de la Liga MX, denso humo verde llenó por completo el inmueble, un ritual de batalla para los Guerreros.

Todavía ni se disipaba el humo ni terminaba de tronar el último fuego pirotécnico, cuando ya los Guerreros estaban ganando, un gol de vestidor por parte del inspirado "Mudo" Aguirre hizo estallar el caldero y la onda expansiva llegó hasta su natal San Pedro de las Colonias.

Creció la confianza en las gradas y la fiesta tomó claros colores verde y blanco, aunque invadió una tensión cuando Araújo marcó el que parecía el gol del empate, anulado tras el breve aviso del VAR hacia el árbitro, lo cual fue celebrado como otro gol albiverde.

Los estragos del festejo se reflejaron en el equipo poblano, que apenas estaba bajando la adrenalina cuando recibieron el segundo gol, otra vez Aguirre, convertido en el jugador más valioso de los Guerreros en la instancia más importante.

Diego Valdés tuvo el tercero, pero el arquero se lo arrebató y el grito se ahogó en la tribuna.

Con la confianza y el ánimo por los cielos, los santistas regresaron a sus asientos para atestiguar la segunda parte en la que esperaban una conclusión muy anticipada, otro gol de los Guerreros dejaría en la lona al rival y eso lo sabía la nación albiverde, que empujaba a sus muchachos hacia la portería contraria. La ola apareció para inundar al Corona y reflejar ese júbilo que explotó aún más con el tercer gol, obra del malquerido Ayrton, un gol que tardó en ser gritado, pues el árbitro estaba tentado a revisar el video, pero finalmente apuntó al medio campo y se escuchó el estruendo del "gol".

"Olé, olé, olé, olé, Santos, Santos", cantaba al unísono la grada, ya la fiesta era total y los Guerreros se hacían en la final, ante unos desesperados poblanos que parecían estar en la luna, sin capacidad de respuesta y cuando lo lograban, Acevedo respondía con atajadas para mantenerlos callados.

Ante la desesperación de los enfranjados, transcurrieron los minutos hasta que llegó el silbatazo final y el festejo clamoroso, se apagaron las luces del estadio y retumbó el "duro, duro Santos duro", despidiendo a los jugadores entre ovaciones que hace tiempo no se escuchaban, es la convicción de que la séptima se ve cada vez más cercana.

En "El día más santo", los Guerreros hicieron la tarea y se llevaron una buena ventaja para manejar tranquilos durante el partido de vuelta, con altas probabilidades de regresar a casa el próximo domingo, ya con el boleto a la final en el bolsillo.

Los aficionados, a gozar, a vivir un viernes de alegría y de esperanza, un sábado de preámbulo para la gloria y un domingo de emociones, esperando rubricar con festejo el fin de semana, las condiciones están dadas, pero el rodar del balón siempre es impredecible.

Escrito en: Santos Laguna Santos Guerreros, hacia, olé,, festejo

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