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6 de junio: el todo por el todo

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6 de junio: el todo por el todo

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JULIO CÉSAR RAMÍREZ

A 15 días de la jornada electoral, hay una fuerte lucha dentro de la clase política. Vemos nuevamente dos proyectos enfrentados: la continuidad de la 4T frente al regreso de la partidocracia. Para resolver, tienen posibilidad de participación con su voto 98 millones 800 mil ciudadanos y ciudadanas. El mapa político de México cambiará de colores partidistas el 6 de junio con base en dos referencias: el respaldo o el castigo a la administración actual que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Esta vez, la lucha principal es por el control de la Cámara de Diputados, si bien se renovarán además diversos cargos en los 32 estados del país.

La elección de 500 legisladores federales -300 por mayoría relativa y 200 por la vía plurinominal- será clave, pues la cámara baja es una de las instancias necesarias para que el Congreso de la Unión apruebe o impulse las reformas y leyes del gobierno obradorista.

El proceso electoral que inició en septiembre del 2020 y culminará el 6 de junio, tiene cuando menos cuatro características particulares: se realiza en medio de una pandemia, son votaciones intermedias, los comicios más grandes de la historia en México y su desarrollo está marcado por la violencia y el crimen.

A más de un año de haber iniciado la emergencia sanitaria por la enfermedad de COVID-19, los números en México preocupan. De acuerdo con el mapa de la Secretaría de Salud, el número de contagios es de 2 millones 390 mil y, hasta la fecha, 221 mil personas han fallecido. No se puede analizar el proceso electoral sin la variable de la contingencia.

Aunque son elecciones intermedias -porque se realizan a mitad del sexenio-, Morena y Andrés Manuel López Obrador se juegan la otra mitad y la continuidad de la denominada Cuarta Transformación, y sus adversarios también ponen, de nuevo, sobre el tapete su futuro.

De ello dependerá si hay una segunda etapa de la 4T. Esto tiene como consecuencia una gran disputa entre los diferentes sectores políticos.

Los resultados de la jornada electoral fijarán el rumbo del país hacia la segunda mitad del mandato de Obrador. Observamos una reconfiguración en lógica 2024. Este componente le da sentido a una contienda donde se juega "el todo por el todo".

Son las elecciones más grandes de la historia en México. Aparte de las 500 diputaciones federales, la mitad del país elegirá nuevos gobiernos estatales -15 gubernaturas en disputa- y políticos compiten por 21 mil 368 cargos. También serán renovados 30 congresos locales; es decir, 1,063 diputados estatales; además de 1,926 ayuntamientos y juntas municipales en 30 entidades. Para ello se instalarán 161 mil casillas de votación.

La complejidad electoral de 2021 mostrará el 6 de junio qué apoyo retuvo López Obrador en la primera mitad de su mandato o, por el contrario, cuánto espacio tiene la oposición.

La violencia "a secas", la violencia política por asuntos de género y la violencia derivada de la penetración del crimen organizado en las campañas, han impactado en el proceso electoral, advierte la organización Servicios para una Educación Alternativa.

Llama la atención, dice, que en las últimas décadas este fenómeno se ha apoderado de las contiendas electorales. En cada elección los números de la violencia crecen. El actual proceso ya se considera el segundo más violento del presente siglo.

De septiembre de 2020 -cuando arrancó el proceso electoral- al 30 de abril de 2021, se registraron 169 incidencias de violencia política en México, con un saldo de 143 muertos, según la consultora Integralia.

Este recuento arroja también 67 heridos.

Entre marzo y abril fueron asesinados 28 funcionarios municipales, 26 aspirantes a elección popular, 17 exfuncionarios, 14 funcionarios federales o estatales, 10 activistas, cinco excandidatos, cuatro periodistas, cuatro líderes partidistas, cuatro militantes de partidos políticos, tres jueces y tres alcaldes, así como 25 personas a las que coloca en la clasificación de "otros".

El complejo escenario se combina con el clima de violencia que existe en el país, la intensa actividad del crimen organizado en la política, la delincuencia de cuello blanco y los poderes económicos y fácticos.

Existe no obstante una fuerte tendencia ciudadana en este proceso electoral a no regresar al pasado, a ese tiempo de corrupción, opacidad, autoritarismo, violencia, desigualdad.

Las elecciones del 6 de junio y sus resultados fijarán, sin duda, el rumbo del país.

@kardenche

Escrito en: Yo río libre violencia, proceso, mitad, electoral

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