Con un abrazo reprimido, niños de Durango regresan a las aulas

Con un abrazo reprimido regresaron, este lunes 24 de mayo, cientos de niños a sus aulas.

Con fuertes medidas de seguridad sanitaria, por fin, las escuelas volvieron a tener vida.

Como antes de la pandemia, desde las 08:00 de la mañana todo estaba listo en 18 escuelas del municipio de Durango para abrir sus puertas, una de ellas el Colegio Ingles, en el fraccionamiento Jardines de Durango, donde poco a poco empezaron a llegar los niños.

Los padres que llegaban a dejar a sus hijos eran recibidos por las maestras con un "buenos días" y un "hola" sonriendo de oreja a oreja (aunque no se veía por el cubrebocas) para los niños.

En los estudiantes, se dibujaba un rosto de incertidumbre, después de más de un año sin acudir a clases, aunque todo cambió cuando empezaron a ver a sus compañeros.

Como parte de las medidas de seguridad, primero, les tomaban la temperatura, luego se les aplicaba alcohol en gel; posteriormente se les sanitizaba todo el cuerpo y solo entonces ingresaban al plantel.

Con ganas de correr para abrazar a sus compañeros, pero con el llamado de las y los maestros a no abrazarse y a mantener la sana distancia, los niños fueron ingresando poco a poco a su salón de clases, esas cuatro paredes que ya anhelaban tener niños entre ellas.

Los salones fueron debidamente sanitizados y ahí un nuevo filtro sanitario para los menores que fueron sentándose y agarrando de nuevo la confianza de siempre.

La incertidumbre fue solo al inicio de la jornada, porque después, los niños se desenvolvían como si nada hubiera pasado, incluso, cuando salieron al recreo, la sana distancia entre los menores desapareció porque empezaron a acercarse y a jugar entre ellos, volvieron a ser niños en la escuela.

Durante el recreo, de nueva cuenta un equipo de personal de la institución desinfectó los salones de clases.

El regreso a las aulas fue de nueva cuenta bajo normas de seguridad sanitaria, la aplicación del alcohol en gel en las manos y la sanitización del cuerpo, para regresar al salón desinfectados y continuar con sus clases.

Algo extraño para muchos niños fue que no todos sus amigos regresaron a las aulas, algunos no lo hicieron porque continuaron con las clases en línea.

Pero los que sí asistieron no extrañaron estar recibiendo clases desde su cuarto, la sala o la cocina, ellos estaban contentos por regresar a sus aulas, por regresar con sus amigos y convivir con sus maestras o maestros, no verlos a través de una pantalla, sino en persona.

Aunque no todos estuvieron en clases presenciales, los pasillos de la escuela volvieron a sentir a los niños corriendo, los menores volvieron a jugar, a sentir el contacto cercano de sus amigos, volvieron a socializar.

Por ello, este primer día de clases fue muy corto para los que sí regresaron a las aulas, algunos regresarán este martes, otros lo harán hasta el miércoles, porque en algunas escuelas una parte del grupo va un día y la otra va al siguiente.

En otras los menores acudirán los cinco días de la semana.

Por lo pronto, algunas escuelas regresaron a la vida, algunos niños regresaron a sus aulas y muchos padres empiezan a regresar a la nueva normalidad.