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Apredes a nadar porque le pierdes el miedo

Apredes a nadar porque le pierdes el miedo

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VANESSA BARDÁN PUENTE

El miedo es una emoción natural, todos los bebés nacen con dos miedos: el miedo a caer y el miedo a los sonidos fuertes, todos los demás miedos son respuestas aprendidas en el medio o enseñadas por los padres. Sentimos miedo a todo aquello que representa una amenaza ante nuestra vida, los miedos más tempranos son los que ponen en peligro nuestra sensación de seguridad, como la obscuridad, estar solos o el sentirnos abandonados.

Los niños son los más vulnerables no los dejemos solos, abrázalos y diles que todo estará bien, un miedo aceptado trae repercusiones en el bienestar y la salud. Luego, cuando eres joven te dedicas a divertirte continuamente, pero luego creces y aprendes a tomar decisiones para no romperte una pierna, ni el corazón. Aprendes a mirar antes de saltar, pero, en la vida no hay red ni arneses de seguridad. ¿Cuándo dejó el mundo de ser divertido para empezar dar miedo? Conforme crecemos algunos miedos permanecen, otros desaparecen y también surgen otros nuevos.

Tenemos miedo a decir que sí, tenemos miedo a decir que no, miedo a perder el amor, miedo a perdernos a nosotros mismos, miedo al fracaso, miedo al dolor, miedo al rechazo, miedo a tomar una decisión, te da miedo que te asalten, que te engañen, que ya no te quieran, que te despidan, que te digan que no.

El miedo es un mecanismo para adaptarnos al entorno y a sus peligros, su función es la protegernos ante situaciones de riesgo, se activa cuando detecta una amenaza, haciendo que nos retiremos de la situación, el miedo reacciona dependiendo de nuestros filtros mentales, es una sensación de incertidumbre sobre algo inexistente, sueles tener miedo a una situación futura, con escasas, lejanas o nulas posibilidades de ocurrir y cada una de estas situaciones van acompañadas de un futuro vivido solo por nuestra mente.

Hace su aparición cuando menos lo necesitamos, con tan solo unos pocos segundos dentro de nuestra cabeza ya puede apoderarse de nosotros, enredándola de telarañas y pensamientos de miedo y de angustia.

No hay miedos pequeños ¡todos perturban la mente por igual!, hago de todo esto un enemigo, un veneno letal que justifico. El miedo es una emoción protectora en niños y adolescentes, pero, el miedo nos estorba a los adultos, hay cosas no resueltas por sanar, quien siente miedo en todo lo que pueda pasar, ya ha perdido su fuerza, tiene un efecto desestabilizador sobre el sistema nervioso y está relacionado principalmente con la energía del RIÑÓN, pues, se realiza un esfuerzo mayor, es un gasto de energía impactante el que se desecha y terminamos agotados.

Cuando tienes miedo de algo, lo que más quieres hacer es que desaparezca, quieres que tu vida vuelva a ser como antes de descubrir que tenías miedo de algo, quieres levantar un muro y vivir tu antigua vida detrás de él, pero nada sigue igual, no es tu antigua vida, es tu nueva vida rodeada por un muro.

Tu elección no es volver a como antes eran las cosas, tu elección es esconderte o ir a fondo de aquello que te da miedo, sea lo que sea que nos da miedo, una cosa es cierta: el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo. Todo el mundo tiene miedo, no creas que eres el único, todos hemos sentido una sensación paralizante que produce el miedo, pues es una emoción muy natural y normal, en los animales y en el ser humano, pero a veces puede convertirse en un obstáculo.

Ya es momento de cambiar ese miedo, ese temor, esa parálisis que carcome tu vida, hay que perderle el miedo a las cosas para descubrir todo lo que sabemos hacer. Cuando una persona siente un gran miedo, está utilizando todas las técnicas metafísicas en forma negativa, la persona pronuncia las palabras que describen su miedo, visualiza con claridad lo que podría pasarle y finalmente, siente en todo su cuerpo las reacciones que el miedo produce. Si insiste un poco en este proceso, la manifestación de aquello que se teme se producirá con mucha facilidad.

Si la persona tiene miedo a enfermarse, es probable que hable con la gente acerca de la enfermedad, también que se vea a sí misma padeciéndola y se imagine todo el dolor en su cuerpo sentirá como si estuviera verdaderamente enferma.

En síntesis, es poner la fe en lo negativo. Para elevar el nivel vibratorio se debe utilizar esta misma fórmula, pero eligiendo pensamientos positivos, cancelar el miedo, repetir alguna afirmación positiva "yo soy muy sano" "yo soy salud" "mi cuerpo está saludable y fuerte".

Luego la persona debe verse a sí misma saludable y feliz. Finalmente debe sentir que todo su cuerpo está funcionando correctamente. Entonces ¿el miedo existe? lo que existe es la falta de certezas, de seguridad, la falta de ti en el presente.

Limitas el disfrute de hoy y ocupas la mayor parte de tu tiempo y energía en sufrir una situación inexistente del mañana. Obsérvate ¿qué te da miedo? visualiza el miedo como una plaga y pregúntate ¿quiero dejar crecer el miedo como una plaga? date cuenta para que la puedas debilitar, no le des fuerza a lo que no necesita tenerla, identifica cual es el disparador, perdona y libera, una ola no hace el mar.

Aunque el miedo tenga más argumentos, elige siempre la esperanza, empieza a imaginar diferente, imagina la vida que esperas, si fuera el valor y no el miedo los que dirigieran tus actos ¿que estarías haciendo ahora? ¿Alguna vez tuviste miedo de entrar en una habitación obscura? seguramente de niño y quizá de adulto también, este miedo permaneció hasta que te diste cuenta que podías encender la luz.

Escrito en: CARIÑOTERAPIA miedo, miedo,, vida, persona

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