Quién no debe comer cerezas
Las cerezas contienen azúcares simples en forma de fructosa, fibra y micronutrientes como el potasio, el ácido fólico, y cantidades modestas de vitamina C.
Insuficiencia renal: el contenido en potasio de estas pequeñas frutas puede ser muy negativo en personas con una Insuficiencia renal que tengan que limitar su ingesta en este mineral.
Diabetes mellitus mal controlada: cuando no se tiene un buen manejo de las glucemias las cerezas no están entre las frutas más recomendables a comer entre horas, especialmente las variedades más tardías y los ejemplares más maduros, pues son los más ricos en azúcares.
Cálculos de oxalato cálcico: el contenido en ácido oxálico de las cerezas las convierte en una opción poco aconsejable si se tienen cálculos de oxalato cálcico, por la tendencia de este ácido a combinarse con el calcio y precipitar en forma de cálculos.
Trastornos gastrointestinales: especialmente en casos de diarrea, las cerezas, con su alto contenido en fibra y propiedades laxantes, cuando se trata de ejemplares bien maduros, no son una buena elección. No obstante, siempre conviene consultar con un médico profesional.