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Cetosis y enfermedades ginecológicas

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DAPHNIA VELÁZQUEZ ALDANA

En 2018, a nivel nacional, el porcentaje de adultos mayores de 20 años con sobrepeso y obesidad fue de 75.2%, en comparación a 71.3% en 2012, apareciendo en mujeres con mayor prevalencia que en hombres (INEGI).

La infertilidad está asociada a la obesidad y al sobrepeso, se cree que este problema de salud va en aumento y ciertos factores como la mala alimentación, el estrés y la postergación de la maternidad, pueden aumentar su incidencia.

Las mujeres de entre 20 a 24 años tienen 36% más probabilidad de quedar embarazas, las mujeres de 25 a 29 años reducen su probabilidad a 30% y antes o después de esta edad va reduciendo gradualmente el porcentaje.

La endometriosis es una enfermedad ginecológica inflamatoria caracterizada por el crecimiento de endometrio fuera de la cavidad uterina, teniendo como síntomas períodos menstruales dolorosos y abundantes, dolor durante el coito, sangrado excesivo e infertilidad.

Al tomar en cuenta que la endometriosis es una enfermedad inflamatoria, la implementación de una dieta antiinflamatoria y antioxidante puede ser parte de un tratamiento eficaz.

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endócrino y metabólico que se caracteriza por la falta de ovulación y por menstruaciones irregulares. Este síndrome está asociado a la obesidad, a la dificultad para bajar de peso, resistencia a la insulina, presencia de acné en mandíbula y mentón, hirsutismo (presencia anormal de bello) e inflamación crónica que podría resultar en hígado graso.

La dieta cetogénica con una estricta prescripción medico-nutricional y una adecuada suplementación actúan como un tratamiento eficaz para ciertas enfermedades ginecológicas favoreciendo la reducción de los niveles de insulina y los síntomas físicos, provocando la ovulación, disminuyendo el estado de inflamación y favoreciendo la pérdida de peso efectiva a corto plazo.

Una adecuada suplementación para tratar las enfermedades ginecológicas incluye: probióticos, coenzima Q10, vitamina D3, omega 3 e inositol.

Los probióticos favorecen el balance de la flora intestinal y tienen una importante función en el sistema reproductivo y hormonal. La coenzima Q10 actúa contra los radicales libres y protege al organismo de la oxidación, una dosis terapéutica oscila entre 100 a 300mg/día.

La vitamina D3 está relacionada con la calidad del tejido ovárico y del endometrio, favoreciendo la correcta implantación del embrión en el útero, 4000 a 5000 UI al día puede tener estos beneficios.

El omega 3 ejerce una importante acción antiinflamatoria al consumirse 1g/día entre EPA (300mg) y DHA (700mg).

El inositol, perteneciente al complejo B, actúa aumentando la sensibilidad a la insulina al activar las enzimas que controlan el metabolismo de la glucosa, la producción de andrógenos y la función ovulatoria, dosis indicada de 300 a 500mg/día.

Escrito en: Bienestar y nutrición mujeres, enfermedades, ginecológicas, favoreciendo

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