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Relajación de medidas sanitarias, un riesgo

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Relajación de medidas sanitarias, un riesgo

Relajación de medidas sanitarias, un riesgo

IGNACIO ESPINOSA

Ahora que vemos que el Programa Nacional de Vacunación ha avanzado significativamente en el país, con la inmunización de sectores importantes como el personal que labora en clínicas y hospitales públicos y privados, además de adultos mayores y quienes tienen entre 50 y 60 años de edad, además de las mujeres embarazadas mayores de 18 años, nos hemos dado cuenta de que un segmento importante de la población ya ignora prácticamente las medidas sanitarias que nos han permitido reducir y mitigar los contagios de Covid-19, lo cual implica un riesgo para que se vuelva a registrar un rebrote de esta enfermedad.

Una prueba de ello, por ejemplo, es que, hace unos días, hice una prueba en mi colonia y ahí pude corroborar lo anterior, ya que de cinco vecinos que me encontré a menos de 50 metros de distancia de mi domicilio, ninguno de ellos usaba ya el cubrebocas, lo que evidencia la creencia en el sentido de que la pandemia ya se terminó, que ya no existe el riesgo de contagio del virus SARS-CoV-2, de ahí que se piensa que es innecesario seguir esas simples pero a la vez valiosas medidas que contribuyeron a disminuir la cantidad de casos positivos de Covid-19 en el territorio nacional.

En un ejercicio simple, he preguntado a varios de mis vecinos sobre su actitud de ya no utilizar el cubrebocas, ante lo cual argumentan que ya, efectivamente, se terminó la pandemia del nuevo coronavirus, ya que tienen la idea de que, una vez que ya se vacunó una cantidad significativa de la población, el peligro de que se generen contagios de Covid-19 es mínimo o, incluso, nulo, por lo que piensan que difícilmente se podrían enfermar de ese padecimiento que en el país ha dejado ya, en los hechos, más de 30 mil víctimas mortales, si se considera a aquellas personas cuyo deceso estuvo vinculado con dicho virus aunque no estén incluidas en el reporte diario que emite la Secretaría de Salud.

Sin embargo, hay quienes diferimos de esa forma de pensar, así que hemos decidido, tal como lo recomiendan las autoridades locales y federales, continuar acatando las medidas preventivas que nos han ayudado a mitigar la pandemia que nos sitúa como el cuarto país en el mundo con mayor número de fallecimientos por Covid-19, esto de acuerdo con datos aportados por la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos, y la cual lleva un conteo diario de los casos de coronavirus en todo el orbe.

A pesar de que la Secretaría de Salud ha insistido, reiteradamente, que la pandemia aún no se ha controlado no sólo en nuestro país, sino en el resto del mundo, mucha gente se resiste ya a continuar acatando las referidas medidas que ya todos conocemos, como guardar la sana distancia de, mínimo, un metro y medio con quienes nos rodean, evitar el saludo de mano, beso y los abrazos, aplicarse gel antibacterial y lavarse las manos constantemente, entre otras recomendaciones que nos han sido de mucha utilidad para que la actual crisis sanitaria no sea peor de lo que padecimos desde el año anterior.

Además, tomando en cuenta que el Semáforo de Riesgo Epidemiológico ubica a 19 estados del país en el color verde, eso no significa que hemos regresado a la "normalidad" que disfrutábamos hasta antes de que iniciara la pandemia y que afectara a nuestra nación, de ahí que es necesario no bajar la guardia y no relajarnos pensando que lo peor ya ha pasado, sobre todo si observamos la experiencia de otros países donde se han registrado terceras olas de coronavirus, lo que los ha obligado a nuevos confinamientos, obligatorios para reducir nuevamente el número de contagios de Covid-19.

Por más que he intentado ponerme en los zapatos de quienes piensan que la pandemia ya ha llegado a su fin y que se trató sólo de una terrible pesadilla, lo cierto es que no he podido entender cómo ignoran tan fácilmente la contingencia sanitaria que aún arroja diariamente casos positivos de Covid-19 y muertes que, aunque ahora se han reducido sustancialmente en el territorio nacional, eso no quiere decir que el virus no continúa generando estragos a nivel estatal y en otras entidades federativas, no obstante que la ocupación hospitalaria por esa causa ha disminuido de forma notoria.

Quizás mucha gente creería que la pandemia mostraría un rebrote sólo si se le informara que el número de casos positivos de Covid-19 ha aumentado de forma considerable y que la cantidad de fallecimientos también se ha incrementado de manera sorprendente e inesperada, por lo que sería necesario retroceder en el semáforo y aplicar medidas poco populares como un nuevo confinamiento y las restricciones en muchas actividades económicas y sociales.

Empero, un sector importante de la población, como siempre, se opondría a que el Gobierno ordenara la implementación de esas medidas que todos rechazamos cuando se trata de restringir nuestra movilidad, ya que el hartazgo por el encierro durante más de un año ha generado un sentimiento de frustración, estrés y otras actitudes que nos han llevado a revelarnos en determinado momento para regresar a lo que llamábamos nuestra "normalidad".

Aún debemos esperar, amable lector, unos meses más (quizá hasta fines de este año o principios del próximo) para tener la certeza de que la pandemia no representa ya un riesgo para la población. Mientras tanto, debemos seguirnos cuidando, con responsabilidad, para no correr el riesgo de que se genere una tercera ola de Covid-19.

Escrito en: Padres e hijos pandemia, medidas, riesgo, Covid-19

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