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Museo de Arqueología

El Museo de Arqueología, un recorrido por la evolución

El Museo de Arqueología, un recorrido por la evolución

El Museo de Arqueología, un recorrido por la evolución

DANIELA LOMAS ALMAGUER

Más de 12 mil años de historia de Durango, se encuentra en el Museo de Arqueología de Durango Ganot- Peschard, donde a través de piezas únicas cerámica, joyería, lanzas, fotografías y lanzas, se conoce la manera en la que evolucionó el hombre en esta entidad.

Divida en diversas salas, el museo muestra las facetas más importantes en las que vivieron las culturas Chalchihuites, Guadiana, Aztatlán y Loma de San Gabriel.

LA LÍRICA, CAZA Y CUEVAS

Una de las primeras salas que se encuentran en este museo, inaugurado en 1998, es la que alberga la manera en la habitaron Durango, las culturas originarias, la mesoamericana. En esta se apreciaban las cuevas y diversos objetos que utilizaron para la casa; el uso de las piedras, los huesos y la madera, sobresalen en los instrumentos.

"Los primeros asentamientos fueron en cueva, y además de la caza y la recolección inició la agricultura y cerámica insipiente y burda. Se piensa que eran pequeñas aldeas, con muchos instrumentos de caza", dijo en un recorrido por el recinto Jaime Ganot Rodríguez, uno de los fundadores y director del Museo de Arqueología de Durango Ganot- Peschard.

ENTRE PIRÁMIDES Y CERÁMICA CEREMONIAL

Otra de las áreas destacadas es la que se conforma por la cultura de Chalchihuites y Loma de San Gabriel, donde se encuentran artículos decorativos hechos con cerámica y donde se ve la llegada del cobre.

"Aquí se ve la evolución de la cerámica dibujada por animales hasta llegar a las figuras geométricas; unas representan a las deidades del Centro de México, de la Mixteca Puebla", añadió Ganot.

En esta área se ve también la llegada de una cerámica más fina, con decoración que viene de la costa y el Centro de México, al igual que el uso del cobre y la representación con códices.

Sin embargo, una de las partes más interesantes es la deformación craneal, que intencionalmente, se realizaba en la llegada de lo Tolteca y tras la fase Aztatlán, alrededor del año 1400 D.C.

"Es la evidencia física de la deformación, se hacía en el momento del nacimiento, ponían al bebé en una cuna deformadora, incluso había mutilación dentaria", enfatizó el arqueólogo.

Más adelante se encuentra fotografías de las pinturas que se realizaban en cuevas con ocre, un mineral terroso consistente en óxido de hierro hidratado. Aquí se observan desde manos hasta representaciones de enfrentamientos entre las culturas.

"Se encontrar on en algunos cerros de Mapimí, hay pinturas de cacerías, dioses y hasta de los mismos cazadores con sus lanzas. Hay uno muy interesante en el que se ve una cueva con representaciones de guerra y ritos de fertilidad... todos pintados con ocre rojo", concluyó.

El museo está abierto al público de martes a domingo, como parte de las actividad de reapertura de los centros culturales del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED).

Escrito en: Museo de Arqueología HISTORIA DE DURANGO cerámica, Museo, Durango, llegada

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