Cuida tu cabello al hacer ejercicio

El cepillado es lo mejor para antes de hacer ejercicio, ya que previene que el pelo se enrede a medio workout. Además, ayuda a distribuir los aceites naturales de raíces a puntas para que el cabello quede protegido y la 'grasita' no se acumule sólo en el cuero cabelludo. ¿Cómo hacerlo correctamente? Toma un cepillo de paleta y comienza por las puntas, extendiendo el movimiento hasta la raíz.

MANTÉN EL PELO RECOGIDO

Es una de las reglas más importantes al ejercitarte, pues de esta manera el cabello no te estará molestando en la cara y se ensuciará menos. Eso sí, no hagas peinados muy tirantes ni coloques accesorios muy apretados. La intención es que la melena tenga buena sujeción (sin que estire tu cara o quiebre tu cabello) para que no tengas que estar retocando. Aquí algunos peinados para hacer ejercicio para cada día de la semana que cumplen con lo que necesitas.

SI PRACTICAS NATACIÓN...

Sabemos que el contacto con el cloro de la alberca es inevitable, así que en estos casos te aconsejamos usar sí o sí gorras de baño y aplicar un aceite (desde unos centímetros debajo de la raíz hasta las puntas) para que forme un escudo protector contra los químicos de las piscinas. Te compartimos algunos de nuestros favoritos.

 SI HACES EJERCICIO AL AIRE LIBRE...

Ya sea que practiques caminatas, ciclismo, yoga frente a un paisaje verde o cualquier deporte al aire libre, es importante que protejas tu melena del sol. ¿Cómo? Después de pasar el cepillo, rocía un poco de protector solar capilar de manera uniforme en tu cabello, espera unos minutos a que se absorba y procede a peinarte como de costumbre. Esto te evitará el frizz, la sequedad, la decoloración, la textura áspera y la fragilidad en el pelo.

 LAVA EL CABELLO DESPUÉS DE HACER EJERCICIO

Si haces ejercicio diario, lavarte el pelo todos los días es infalible para que no luzca aceitoso y se mantenga saludable. La clave para que no se maltrate es hacerlo una vez al día, después del entrenamiento, así como utilizar shampoos suaves libres de sales, sulfatos y parabenos.

Pero esto no acaba aquí, la aplicación de un acondicionador también es un paso obligado para que tus cutículas queden selladas, humectadas y libres de encrespamiento, además de secar con una toalla de microfibra (con movimientos crunchy) y dejar secar el resto al aire libre.