Escuelas saqueadas

El jueves pasado se dio a conocer la nueva versión del sistema operativo más utilizado en el mundo en escritorio: Windows 11.

Es una renovación total de la interfaz de usuario, donde la empresa Microsoft centra sus esfuerzos en un diseño más claro e intuitivo.

La interfaz es simple, han movido los menús de la barra de tareas al más estilo de macOS al centro y el cambio más importante es la ejecución de aplicaciones móviles, en este caso las de Android, abriendo un ecosistema mucho mayor de aplicaciones para su sistema y para competir lo que prometió macOS para finales de año también, de poder ejecutar aplicaciones de iPhone en la computadora.

Windows 11 además incluirá un menú de "widgets", son pequeños programas que se ejecutan para tareas específicas. Por ejemplo para el clima, calculadora, cosas por hacer, calendario y otras.

Son programas que por lo general son parte de todo un sistema pero que se muestran para tareas particulares y de una forma sencilla.

Además, aseguran que se mostrarán de acuerdo al tiempo y uso, potenciadas por inteligencia artificial para tener utilidad de acuerdo a quien utiliza el equipo.

En el caso de aplicaciones aún no se tienen detalles de cómo funcionarán, aunque se asegura que será de forma nativa, lo cual puede tener beneficios para quienes generan contenido desde la comodidad de una PC enviar a distintas redes sociales, de forma directa.

Además, se ha confirmado que la actualización de Windows 11 será gratuita para quienes tienen una licencia de Windows 10, tal como sucedió cuando se migró de la versión 8 y 8 a la 10.

El único problema es que si se tiene un equipo viejo (de más de 5 años) es posible que no se le pueda instalar la nueva versión del Sistema Operativo, ya que aumentaron los requisitos mínimos.

Existe ya en línea una herramienta para verificar si el equipo será compatible, pero las actualizaciones empezarán a llegar a fin de año.

Prometen que será una edición más rápida, aunque todos sabemos que cada vez las aplicaciones de cómputo requieren mayores prestaciones, así que esa última afirmación no la sabremos hasta utilizarlo.

En un artículo publicado en el periódico El País, mencionan que se han reportado casi 7000* robos a escuelas de la República Mexicana, donde algunos planteles han sido saqueados más de una vez en el período de marzo de 2020 a marzo de 2021, tiempo en el cual la mayoría de las escuelas han permanecido cerradas debido al COVID-19. Para el caso de Coahuila se reportaron un promedio de 13.4 robos por mes y en Durango 7.5, de lo que fue denunciado y contabilizado.

El estado que más reportó sobre estos saqueos fue Jalisco, con 62.3

Lo preocupante de esta situación, aparte de los robos que incluyen principalmente equipo de cómputo, proyectores, material didáctico, aparatos de aire, lavabos, cableado; es el destrozo de mobiliario e instalaciones.

Se puede entender -aunque no compartir- de alguna manera que los amantes de lo ajeno se lleven bienes de un lugar, pero no que hagan destrozos.

Es decir, ¿qué tipo de beneficio podrían obtener por ello?, es además indignante que alguien dañe una institución educativa, desde romper puertas y ventanas, pintarrajear paredes, quebrar piso y techos, algo que evidentemente no les lleva un beneficio económico a los facinerosos. Por lo regular, un centro educativo es un lugar de mucho respeto entre la comunidad, así que se debe tener mucho coraje o estar mal de la cabeza para andar haciendo destrozos.

* Cabe señalar que ese número de robos es de 25 entidades, algunas no lo han reportado o no lo tienen como delito tipificado y por lo tanto no hay estadísticas

Https://bit.ly/3zTFZS5

Jorge Martínez Mauricio, twitter @toro