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El acuerdo de Escazú y la ODS

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MA. BENEDICTA GUTI?RREZ BRACHO

Hace unos días, nos encontramos con la noticia de que el Estado mexicano cumplió con los requisitos para la entrada en vigor del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, mejor conocido como Acuerdo de Escazú; tal vez para muchos de nosotros fue la primera vez que escuchamos la mención de dicho Acuerdo; es justo el día en que se cumple el proceso para el Estado mexicano, que coincidió con el Día Internacional de la Tierra, en el que se hace presente el Acuerdo de Escazú, acuerdo regional que es jurídicamente vinculante, pero que además, y ahí es lo que vale la pena destacar, garantiza los derechos de los defensores del medio ambiente.

Este acuerdo será importante no perderlo de vista, ya que será crucial para la protección del medio ambiente en el Estado mexicano, pero además deberán adecuarse las leyes internas de nuestro país, para cumplir con dichos acuerdos, lo que definitivamente será crucial para la protección del medio ambiente; de igual manera, será sin duda una herramienta poderosa para cumplir con los Objetivos de la Agenda 2030, la cual ha urgido la necesidad de cumplir con los ODS que la integran, a fin de salvar, entre otras cosas, al medio ambiente, así como otros temas de no menor relevancia y cumplir con el objetivo de no dejar a nadie atrás.

¿Por qué consideramos la importancia del Acuerdo de Escazú? ¿Por qué a los profesionistas del derecho les es necesario conocerlo? El objetivo del acuerdo es garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales, como bien lo señala el artículo 1º. del Acuerdo; consideramos que es ahí en donde los profesionales del derecho debemos interesarnos, ya que el compromiso que adquiere el Estado mexicano nos atañe también a nosotros, mujeres y hombres defensores y guardianes del derecho, ya que al ser un acuerdo que entre otras cosas protege y reconoce a defensores ambientales, y que además busca garantizar el acceso a la justicia en asuntos ambientales, así como el tema de protección al medio ambiente, debe estar en las agendas prioritarias de todos los gobiernos.

Lo cual nos obliga a prepararnos en el tema ambiental, estar atentos a las reformas que se están generando en el derecho interno para cumplir no solo con la Agenda 2030, sino con el Acuerdo de Escazú, que como ya mencionamos es vinculante, y el Estado mexicano ha cumplido con el proceso. Además de ello, debemos ser participativos en el proceso de creación, de reforma de las leyes internas que se generarán para la protección al medio ambiente.

Sin duda, el tema del medio ambiente, su protección a través del derecho ambiental es relativamente nuevo en comparación con otras ramas del derecho, lo cual nos da una gran oportunidad de conocer el tema a profundidad; este acuerdo que celebró el Estado mexicano cumple con lo mandatado en el artículo 1º. de la Constitución Federal al garantizar el goce y protección de los derechos humanos que la propia Carta Magna establece, a la par de los tratados Internacionales, lo cual nos permite reflexionar que el derecho a un medio ambiente es un derecho humano y que es imprescindible proteger, lo cual, por supuesto, además de los tratados internacionales que hemos mencionado, la propia Carta Magna en su articulado también lo establece.

Desde la Declaración de Río, que señala la necesidad de la participación de todos los ciudadanos interesados y con el Acuerdo de Escazú que vincula al Estado firmante, se fortalece la defensa no solo del medio ambiente, sino también la garantía de defensa de aquellos que han trabajado arduamente en proteger el medio ambiente y que, al tocar fibras muy sensibles, realizar señalamientos, emprender acciones para salvaguardar el medio ambiente, se han visto atacados de diversas maneras.

Por lo que, como estudiosos y especialistas del derecho, se nos abre un área de oportunidad para ampliar nuestro actuar, especializarnos, defender, apoyar y generar alianzas para contribuir a la defensa del medio ambiente y poder alcanzar no solo los objetivos que el Acuerdo de Escazú señala, sino con el compromiso de la Agenda 2030 que pone la igualdad y dignidad de las personas en el centro y llama a cambiar nuestro estilo de desarrollo, respetando el medio ambiente, por lo que se hace imperante tomar esta oportunidad de involucrarnos, prepararnos y sumarnos a las acciones y defensa que se emprendan jurídicamente para cumplir con Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe.

En el cuidado y rescate del medio ambiente urge la necesidad de que todos y todas participemos activamente, porque el tiempo corre, el reloj avanza y el medio ambiente quizás no tenga más oportunidad si no tomamos acciones para su cuidado, pero sobre todo su protección, porque definitivamente nos afecta a todos por igual.

Escrito en: LA BARRA medio, Acuerdo, Estado, derecho

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