El déficit de recursos en los programas enfocados a prevenir el trabajo infantil podría significar un incremento en el número de menores que desarrollan actividades, sobre todo en el sector agrícola.
Israel Soto Peña, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Estado, apuntó que "han desaparecido algunos programas para jornaleros agrícolas a través de los cuales se proporcionaba educación, se tenía financiamiento para que los hijos de estos jornaleros tuvieran espacios dignos de educación, de recreación, han desaparecido, y eso nos va a impactar de manera negativa hoy que muchas de esas actividades se están reactivando", enfatizó.
Esto representa un foco rojo que, en los próximos meses, deberán atender por las dependencias.
A nivel local, son cinco municipios donde se observa el mayor riesgo de trabajo infantil, principalmente por las actividades que se les encargan a los menores en el campo.
Se trata de San Bernardo, Topia, Canelas, Otáez y Tamazula.
"En este sexenio se inició con alrededor de 54 mil menores trabajando, luego se redujo la cifra a 46 mil y el último dato que es de 2019, prácticamente todo el año 2019 tenemos 36 mil, se ha venido reduciendo de manera importante el trabajo infantil, estamos por debajo de la media nacional", informó.
Dijo que se ha avanzado a través de operativos, diversas estrategias y trabajo desarrollado de manera interinstitucional, lo que ha permitido una reducción.
No obstante, reconoció, aún se tienen pendientes temas por resolver ya que es un problema que no se ha erradicado.