El famoso 'baile de los 41'
Fue real. Durante el Porfiriato. En 1901. Un domingo de noviembre 41 hombres fueron detenidos durante una celebración. Tal vez, la más polémica de la época y la que hoy podría ser uno de los antecedentes históricos de la comunidad LGBT+ más grande del país. Lo llamaron "El baile de los 41" y es precisamente ese mismo nombre el que Netflix eligió para una de sus recientes películas, una de la que hoy vamos a hablar para poner punto final a la conmemoración del Mes del Orgullo.
La historia es simple, pero impactante: Ignacio de la Torre, un destacado congresista y yerno de Porfirio Díaz, forma parte de un club clandestino para homosexuales. Eran 42 hombres. Un día los descubren, los detienen, pero un nombre fue borrado de la lista, reduciendo la cifra a 41. No hace falta decir quién fue... ni por qué Díaz protegió al esposo de su hija.
De ahí parte el filme que dirigió David Pablos y que tiene como protagonistas a Alfonso Herrera, Emiliano Zurita, Mabel Cadena y Fernando Becerril.
¿Qué podemos decir? Es una de esas joyitas mexicanas que vale la pena ver. A algunos les resultará incómoda, a otros, entretenida y a unos cuántos más les partirá el alma. Sea cual sea, merece una oportunidad.
El diseño de producción atrapa. La cuidada fotografía e iluminación, junto a la dirección y colorimetría, se fusionaron tan amenamente que hicieron de lo frenético, alocado o vulgar, una escena artística. Y vaya que es difícil conseguirlo cuando de desnudos se trata.
Sí, la película es fuerte en esos aspectos, pero no tanto en el rol principal. Alfonso Herrera hizo un buen trabajo, más no trascendente. No soy actriz, pero sé que hay actores capaces de generar emociones con una sola mirada y aquí no sucedió en el 90% de la trama si lo comparamos con la energía que Mabel y Zurita pusieron en sus personajes. Pero lo salvó ese 10% restante, esas contadas escenas donde su personaje se quiebra, se destruye y deja ver al hombre enamorado que se escondía detrás de un bigote y una figura autoritaria.
No creo que "Poncho" sea un mal actor, pero algo le falta. Llevaba días pensando el por qué, hasta que ayer, platicando del tema con Yuridia, una joven de Mexicali, me hizo un comentario que posiblemente se acerque a la respuesta que buscaba: Alfonso Herrera es bueno en papeles secundarios, haciendo brillar al protagonista. Todavía no está listo para estar al frente, solo. ¿Será?
En fin, ustedes podrán sacar también sus propias conclusiones si ya vieron la película. Algunos coincidirán, otros me tacharán de exagerada y hay algunos más a quienes les dará igual. Sea cual sea la postura, lo importante es que tenemos en el catálogo de Netflix un filme para mayores de 18 años que nos permite empatizar, entender el daño que hacemos al rechazar todo aquello que va en contra de nuestros ideales, olvidando que la libertad, siempre y cuando no dañe a terceros, es lo que mueve la existencia y que para amar es inhumano esconderse detrás de un bigote, vestido, pared o cualquier otra cosa solo por miedo a ser señalado, a ser un número más del "Baile de los 41".
¡Que viva el amor hoy, mañana y siempre!