Mueren 92 en hospital de Irak
El incendio, la noche del lunes, en un hospital del sur de Irak dedicado a enfermos de Covid-19, que se ha saldado con al menos 92 muertos, desencadenó la ira contra el Gobierno iraquí, acusado otra vez de negligencia y mala gestión después de que hace tres meses un incidente similar en Bagdad dejara 82 fallecidos.
Un cortocircuito provocó que una bombona de oxígeno estallara en el hospital Al Husein de la ciudad de Nasiriya, en el sur del país, donde posteriormente se produjo un incendio que acabó con la vida de 92 pacientes, según el último recuento de víctimas ofrecido por la agencia de noticias estatal iraquí, INA.
Esta tragedia ha desatado de nuevo la ira de los ciudadanos, que han enterrado a sus seres queridos en diferentes ciudades del sur de Irak, entre lamentos y acusaciones de negligencia por parte de las instituciones.
La gestión del sector de salud se ha vuelto a poner en entredicho tan solo tres meses después de que otro incendio dejara al menos 82 muertos en el hospital Ibn al Jatib de Bagdad, en circunstancias muy parecidas.
"No es de extrañar que el desastre se repitiera ayer en Nasiriya, ni sería sorprendente que se repitiera nuevamente en otros lugares", dijo el miembro de la pública Comisión de Derechos Humanos iraquí, Ali al Bayati.
Las investigaciones del incendio del pasado abril en el hospital de Bagdad concluyeron sin determinar quién fue el responsable de la tragedia y con la dimisión del entonces ministro de Salud.
Desde entonces, Irak todavía no ha nombrado a un nuevo titular y la responsabilidad en esta ocasión ha recaído en el director de Salud de la provincia de Di Qar, Sadam al Tawil, que ayer dimitió poco después del suceso.
Las autoridades iraquíes han abierto una investigación y el Tribunal de Investigación de Di Qar ha emitido órdenes de arresto contra trece empleados del Departamento de Salud de la provincia, incluido su director, según INA.
El presidente iraquí, Barham Saleh, afirmó en su cuenta de Twitter que los dos incendios han sido "el resultado de la corrupción y la mala gestión que subestima la vida de los iraquíes e impide el buen desempeño de las instituciones".
Por su parte, el primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, dijo que la tragedia muestra un "defecto estructural" en el sistema administrativo del país, puesto que "no se realiza un seguimiento ni un diagnóstico de los errores, y los ciudadanos se convierten en víctimas", según un comunicado de su oficina.
EFE
EFE
Asunción
Paraguay inició este martes la vacunación de las personas de entre 35 y 49 años, después de arrancar la semana con la inmunización de unos 93 mil trabajadores esenciales, como docentes, militares, policías, bomberos y periodistas, en todo el país.
El acceso a la población de este grupo de edad se reflejó con largas colas de vehículos desde la madrugada en los autovacunatorios del país y en las inmediaciones del megavacunatorio del Autódromo Rubén Dumot, abierto 24 horas, donde se requirió la intervención de la Policía y la Patrulla Caminera.
El ministro de Salud, Julio Borba, calificó la jornada del lunes como "bastante interesante" y pidió paciencia a las personas que acudieran a vacunarse este martes, ya que se preveía "una incesante llegada de gente".
"Prefiero perder un día laboral en la fila, que 15 días en el hospital", dijo Borba, a modo de recomendación, durante su participación en un acto de entrega de medicamentos en la localidad Mariano Roque Alonso, cerca de Asunción.
Durante la jornada del lunes, Paraguay alcanzó el millón de vacunados con al menos una dosis desde febrero, cuando se inició el plan de inmunización en el país, con el personal de blanco y los adultos mayores.
La cifra se festejó la noche del lunes con fuegos artificiales en el Autódromo Rubén Dumot, a unos 20 kilómetros de la capital, algo criticado por algunos medios y desde las redes, cuando el país se acerca a los 14 mil muertos por el coronavirus y la llegada de las vacunas ha sido lenta y dependiente de las donaciones de otros Gobiernos.
Al respecto, Borba reconoció el error de la organización y ofreció disculpas a la población.
"No hay nada que festejar con la cantidad de muertos que hay, eso es categórico. Pero también celebramos la vida, que hay un millón de personas que hoy están vacunadas y que no van a ingresar a una terapia", agregó el ministro.